Mirik Gerzi, Beit Hashitá
La roca
Esta tierra sobre la que estamos parados,
el suelo de nuestras colinas,
en su regazo guarda nuestros amores.
Los cúmulos de basalto negro -
apedreados,
observan los campos que se despliegan,
bordados
de amarillo, verde, rojo y toda una variedad de colores.
Los chicos. Las chicas. Las tumbas ordenadas.
Nos atan
a este lugar.
Profundizan las raíces de nuestros pies plantados.
¿Será posible prestar oído,
una y otra vez callar y prestar oído, intentando
que ya basta, que ya basta,
que nunca más?
Tal como está escrito:
Mira, hoy he puesto ante ti la vida,
y escogerás la vida.