Rajel
Poemas de primavera
Primavera
¿He cerrado las persianas,
a la puerta he echado buen cerrojo?
Ella puso el reloj en hora y se asomaba,
y despertaba, arrebataba, refrescaba.
¿En qué me parezco yo –la silenciosa- a ti,
escarlata, perfumada, entusiasta?
¿Cómo sabré de ti poner en retirada
todo lo que el otoño me acumulaba?
¿He de enojarme? ¿De regañarte iracunda?
¿Te alejaré de mis fronteras? O quizás…
O quizás consienta, solo esta vez,
solo esta vez… ¡Una vez y ya no más!
Primavera
Aquí está de nuevo ante mí,
se purifica, contemporiza, apacigua
y enciende en mi corazón un fogón
como en la fiesta del Baal Hanés.
Con las piedras del campo es mi pacto,
tengo amigos en el secreto mar,
la lengua de los árboles me es clara
como a Salomón, de los hombres el más sabio.
Los sonidos de la noche son mi dialecto,
para regocijo del sol durante el día,
¿soy yo quien humillará la mano
que en paz a mí extendía?
Primavera
Así es ella siempre: se revela sorpresiva
y habla, a mi corazón habla,
sin decir…
solo un indicio, un temblor.
Contra una cerca desdeñada, de aspecto gris,
rendida a su destino,
cual mendigos alegres, la hierba cana y la mostaza
juntas se aprietan.
El capullo en el jardín, y yo.
El ave en el cielo, y yo.
El que me ha hecho llegar a la fiesta de la primavera…
¡Bendito sea!