El Principito
Yonatán Guefen
Shem Tov Levi
Lo conocí en el medio del desierto.
Es bella una puesta de sol para un corazón triste.
Le dibujé un árbol y una oveja en un papel
y me prometió que volvería.
El Principito del escuadrón B
ya no verá una oveja comiendo una flor
todas sus rosas son hoy espinos,
y su pequeño corazón como escarcha se congeló.
Y, si algún día, llegareis aquí,
quiero que sepáis que aquí se desplomó en silencio
y el sonido de la caída nunca se oyó
por a la suavidad de la arena.
Y si apareciera allí un niño
con cara risueña y pelo dorado,
quiero que sepáis que es él, que le tendáis una mano
y le quitéis el polvo del desierto de sus ojos...
y, luego, hacedme un pequeño favor,
escribid rápidamente a todas nuestras madres
para que se alivien un poco y se apacigüe su dolor:
el Principito ha regresado a nosotros.
El Principito del escuadrón B
ya no verá una oveja comiendo una flor
todas sus rosas son hoy espinos,
porque su pequeño corazón como escarcha se congeló.