En nuestra angosta calle
vive un extraño carpintero.
Está sentado en su cabaña
y no hace nada.

 

Nadie viene a comprar
y nadie visita,
y hace dos años
que no trabaja la madera.

Y un sueño todavía existe en su corazón...
Construir un trono para Elihau que llegará,
y en sus manos lo traerá,
al Profeta Elihau,

Y está sentado y lo espera
hace años, sueña, él que tendrá el privilegio.
Cuida su secreto y lo espera...
Cuando llegará el día.

 

En nuestra angosta calle
vive un extraño zapatero.
Está sentado en su cabaña
y no hace nada.

Sus estantes están vacíos
cubiertos de polvos
hace dos años se encuentra,
el punzón en la bolsa.
 

Y sueña que cose zapatos,
En las montañas se darán los pies del que trae la primicia.
En sus manos traerá,
al profeta Elihau.

Y está sentado y lo espera...

 

En Jerusalén se encuentra
un hombre nada joven,
que construyó muchas casas
en todas las esquinas de la ciudad.

Conoce cada callejón,
todas las calles y los barrios,
construye la ciudad
ya hace setenta años.

Y sueña que como construyó la ciudad
pondrá la piedra fundamental del Templo.
En sus manos la traerá,
al profeta Elihau.

Y está sentado...