Se paran nuestros pies en tus portones, Jerusalén
y nuestros cañones hacen tronar para ti un salmo.
Sólo las lágrimas de orgullo en los ojos
caen en silencio sobre el uniforme y el cinturón...

 

Sión, pregunta por el bienestar de tus muchachos.
Sión, aquel que ruge en nuestro pecho, salvaje.
El director tiene una canción en la ametralladora y una granada en tus portones - en nuestra sangre la vida.
En nuestra sangre la vida...

 

Desde Geraj hasta Nevi Samuel, noche a noche
los vientos de 1947 te cantan, en su camino:
Si me olvidara... Si me olvidara de Jerusalén
pero no nos olvidamos - ¡estamos aquí!

 

Sión preguntarás...

 

Dónde te sentaste sola, partida entre las vallas de alambre,
pero te juramos ciudad de rey y de profeta,
que no besarán nuestros jóvenes los labios
hasta que besen el Muro de los Lamentos.

 

Sión preguntarás...

 

El Monte de los Olivos se vaciará. Verdadero será el Monte del Templo
y los martillos resonarán en ti, ¡que viva mi alma!
Jerusalén tus cohanim y tus leviim
con sangre construyen en ti la tercera casa...

Sión preguntarás...

 

Ciudad de sueños y piedra, comida y alimento,
las campanas del tiempo se levantan en ti para atacar:
Una ciudad completa eras antes del límite y el alambre
y te transformarás de una ciudad completa en una ciudad de paz...

 

Sión, pregunta por el bienestar de tus muchachos
Sión son mis compañeros que cayeron ardiendo en llanto.
Para el director del canto sobre el pelotón de espadas en tus puertas -
gracias a ellos vivirás,
gracias a ellos vivirás...