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Fuentes y filosofía/
Purim

Nir Rubin Sirkin

Meguilat Ester 1

La afirmación de la diáspora o su negación
 

Dos miradas diferentes sobre la vida del pueblo en la diáspora

 

Meguilat Ester permite dos posibilidades de lectura y no decide claramente entre ellas.

La pregunta básica a la que se refiere la Meguilá es la capacidad del judaísmo de existir diseminado entre diásporas, sin soberanía y sin país. Es un mito con un mensaje ambivalente sobre la vida en la diáspora. Es importante señalar que la Meguilá se refiere al período posterior a la Declaración de Ciro y el retorno a Sión, una época en la cual por un lado, el Templo fue construido y había un importante centro judío en Eretz Israel, y por la otra parte, una gran parte de la población (probablemente, la mayoría) vivía en la diáspora. Fue escrita durante el período del Segundo Templo, en tiempos de los persas o los griegos (la Biblia probablemente fue sellada en 200 a.e.c.). Durante este período, la nación estaba dividida entre la vida de muchos de sus hijos en la diáspora y la existencia de un centro espiritual judío, y durante el período asmoneo también un Estado judío, en Eretz Israel. Los autores de la Meguilá se encargaron de dejar en ella la posibilidad de dos lecturas diferentes y de dos actitudes opuestas ante la vida en la diáspora: se la puede leer como una prueba de que el pueblo puede sobrevivir en la diáspora, porque D's nos protege aun bajo el dominio de una nación extranjera. En otras palabras, la vida en la diáspora es una solución permanente para el pueblo judío. Alternativamente, se puede leer la Meguilá como una prueba de que el pueblo que vive en la diáspora se distancia de Ds, se asimila y se encuentra en peligro permanente de aniquilación. O sea, la vida en la diáspora es una solución temporal y problemática para el pueblo judío, y la solución real a sus problemas es una vida soberana en Eretz Israel.

La Meguilá omite por una parte a Eretz Israel y no menciona la existencia de Jerusalén y el Templo como un factor significativo en el relato, lo que refuerza la afirmación de la diáspora. Y por otra parte omite a D's en el relato y de esta manera fortalece la negación de la diáspora. La dualidad entre estos conceptos en la Meguilá es una expresión de la lucha entre el centro en Eretz Israel y los centros en la diáspora. El mensaje ambivalente representa una lucha entre el ethos de la diáspora y el de Eretz Israel. La falta de decisión entre ellos en la Meguilá refleja aparentemente una situación de igualdad de poder entre ambos.

Con la destrucción del Segundo Templo (70 e.c.), el centro en Eretz Israel perdió la primacía. En el período posterior a la destrucción del Templo, las formas de culto cambiaron y el judaísmo revistió una forma nueva. Eretz Israel perdió su grandeza y el centro espiritual pasó a la diáspora. Los comentaristas de la Meguilá vivieron casi exclusivamente la experiencia de los judíos de la diáspora, y por eso era importante para ellos enfatizar y desarrollar la idea de la "Providencia oculta en la diáspora". El concepto de "negación de la diáspora" era incompatible con el ethos de la vida en la diáspora, que la considera la solución permanente (hasta los tiempos mesiánicos), y por eso hicieron hincapié en la interpretación de la Meguilá como el mito del desplazamiento del milagro divino escondido.

Para mí, como judío sionista que viven en Eretz Israel, es importante volver a destacar la lectura que niega la diáspora, y por su intermedio señalar la soberanía política en Eretz Israel como la forma adecuada, en mi opinión, de supervivencia judía.

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