"Y Amán dijo al rey Ajashverosh 'hay un pueblo'." Raba: dijo No hay nadie que sepa utilizar la maledicencia como Amán.

Amán le dijo a Ajashverosh: Ve y provócalos.

[Ajashverosh] le contestó: Temo que quien los provoque, sea juzgado por su D's.

Le dijo: Esto es un precepto.

Le replicó: Hay justos entre ellos, que pedirán misericordia.

Le dijo: Son "un solo pueblo". Y si dijeras "haré un claro en el reino"; dispersos, están dispersos entre otros pueblos.

Si dijeras "hay algunas vacas entre ellos"; están diseminados, separados como una mula que no engendra vacas.

Si dijeras "están fuera del reino y no puedes hacer nada contra ellos", "en todas las provincias de tu reino". "Sus leyes son diferentes de las de los demás pueblos", no comen con nosotros, no beben con nosotros y no se casan con nosotros.

"No guardan las leyes del rey": Pasan todo el año con excusas y pretextos, dicen "hoy es Shabat es, hoy es día de fiesta" y no prestan servicio al rey. Empezó a calcular los días festivos: la Festividad de las Matzot, Shavuot, Sucot, Rosh Hashaná, el ayuno de Yom Kipur.

Dijo el Santo, Bendito Sea: ¡Malvado! Tú echas el mal ojo a sus festividades; Yo te haré caer ante ellos y agregarán una fecha festiva por tu derrota.

"No conviene al rey dejarlos vivos": porque comen y beben y agravian al rey: incluso si una mosca cae en el vaso de alguno de ellos, la saca y bebe, y si el rey mi señor toca la copa de uno de ellos, la lanza al suelo y no bebe; por ello, "si al rey le parece bien, decrétese que sean destruidos, y yo pagaré diez mil talentos de plata".

"Y el rey dijo a Amán: Quédate con la plata y también con el pueblo, para que hagas con él lo que te parezca bien..." Rav Aba dijo: ¿A qué se parece la parábola de Ajashverosh y Amán? A dos personas: una tiene un montículo en su campo y la otra tiene un surco en el suyo. El dueño del montículo dice: ¿Quién me dará ese surco por dinero?, y quien tiene el surco dice: ¿Quién me dará ese montículo por dinero? Más tarde los dos se unieron. El dueño del surco dijo al dueño del montículo: "Véndeme tu montículo". Le contestó: "Ojalá, llévatelo gratis".

(Lo que Amán dice refleja los argumentos de los enemigos de Israel, y cabe suponer que el exégeta los conocía cuando escribió su comentario).