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Fuentes y filosofía/
Conmemoración del Holocausto

Binyamin Yogev

Dignos de su memoria

Ya han transcurrido 75 años desde el estallido de la segunda guerra mundial. Años antes había comenzado ya la persecución de los judíos en Alemania, la cual siguió su curso hasta el horrible Holocausto. En los años 1933-1950, los principales temas en la Hagadá de Pésaj y en las noches del Seder en muchos kibutzim - eran el Holocausto, la segunda guerra mundial y la persecución de los judíos. Exponemos a continuación dos segmentos especiales cuyos inicios tuvieron lugar en las Hagadot de Pésaj.

En Pésaj del año 5703-1943, Emma Talmi-Levine del Kibutz Mishmar Haemek - quien fuera más tarde una de las líderes del movimiento “HaShomer Hatzair” y diputada de la Knéset, escribió lo siguiente:

“Algo tan simple, como que los terrones del campo en los que crece nuestro pan de cada día no son nuestros en absoluto - de pronto se convierte, a la luz de lo que ocurre en la Diáspora, como algo sagrado. El hecho de que las tierras que nos han sustentado hayan sido adquiridas por el precio de pocas monedas de cobre de los habitantes de los sótanos, vendedores de trapos y de aquellos sentados en taburetes de sastres y bancos del Beit Midrash - obtiene enormes dimensiones en vista del fuego de los hornos que queman y aniquilan en la diáspora de Polonia. El depósito fue colocado en manos leales. Cuando la aldea judía estaba hundida en la despreocupación - nosotros arábamos y dividíamos los terrones de tierra... La Tierra no nos pertenece, no es de los que en ella habitamos, sino que es sagrada para todo el pueblo que está aguardando la salvación".

Dos años después, en 1945, cuando Abba Kovner hizo Aliá y se radicó en el kibutz Ein Hajoresh, redactó su famoso “Recordemos”, el cual comenzó desde entonces a ser leído durante los Seder de Pésaj del Kibutz. Luego de ello comenzó a luchar para que se celebraran ceremonias separadas de conmemoración del Holocausto y, a partir del año 1952, creó las ceremonias conmemorativas de la Shoá en el movimiento kibutziano y en todo el país, las cuales siguen llevándose a cabo hasta el día de hoy.

De todas las líneas de “Recordemos”, la última es la que más expresa el legado de Abba Kovner: “y no cesaremos hasta que nuestras vidas sean dignas de su memoria." Y, parece que cuando nos preguntamos qué significa ser dignos de su memoria - la respuesta puede ser hallada en su famoso poema "El Maestro de los Sueños": “¡Nosotros no nos callaremos! El que calla eres tú. Inventa el descanso adecuado para el grito y la esperanza".

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