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Fuentes y filosofía/
Día del Perdón

El Día del Arrepentimiento

Iom Kipur es el Día del Amor entre el ser humano y su Creador. Un amor que se pone de maravilloso manifiesto en cada plegaria del día. La cercanía que se genera entre el ser humano y su D'os, tanto individual como comunitaria, durante el servicio de Neilá, es realmente especial.

 

Rabino Shaar-Yishuv Hacohen sobre las plegarias de Iom Kipur

Rabino principal y Titular del Tribunal Rabínico de Haifa

 

Iom Kipur es un día de arrepentimiento para todos, para el individuo y para la comunidad, y es el punto final de la absolución y el perdón para Israel, y por ello todos deben hacer acto de arrepentimiento en Iom Kipur (Rambam, Leyes de Arrepentimiento, cap. 2, ley 5).

 

Esta definición del Rambam caracteriza a Iom Kipur como el día cumbre y la finalización de los Diez Días de Arrepentimiento, que comienzan en Rosh Hashaná y culminan en Iom Kipur, sobre los cuales escribe el Rambam (ídem, ley 6):

 

"A pesar de que el arrepentimiento y la súplica son nobles, en los diez días entre Rosh Hashaná y Iom Kipur ellos son más nobles y son aceptados de inmediato, como está escrito: 'Pedid por D'os donde quiera que esté; llamadle cuando esté cerca'".

 

La cercanía de un judío a su D'os comienza, de hecho, aun antes de los Diez Días de Arrepentimiento. Todo el mes de Elul como mes de arrepentimiento, pedidos de perdón y misericordia, está diseñado en base a la creación de este vínculo recíproco entre el hombre y su Creador. Ya algunos intérpretes indicaron que las siglas de ELUL (אלול) son: אני לדודי ודודי לי, "Soy de mi amado y mi amado es mío", solo que en Elul ello depende del hombre, que comience él este acercamiento, un despertar desde abajo, y solo después sobreviene la respuesta, "y mi amado es mío", como está escrito: "Volved a mí y volveré a ellos, dijo Adonai". 

 

En los Diez Días de Arrepentimiento, el "Despertar desde Arriba" precede al "Despertar desde abajo", el proceso comienza de parte del "amado" que corteja a la "amada" y espera que ella le abra las puertas de su corazón. D'os se encuentra cerca y espera que el hombre sienta su cercanía y se acerque también él.

 

A la cumbre de esa cercanía a su D'os llega el hombre en Iom Kipur, sobre el que está escrito: "Porque en este día los absolveré y los purificaré, de todos vuestros pecados ante D'os purificaos". La oración Amidá (De pie), que también todos los restantes días del año consiste en presentarse de pie ante D'os, depende del hombre, de su nivel y de sus méritos. Sobre ella está dicho "Sabe ante quién estás parado" y no cualquier persona se hace acreedora a ello. En Iom Kipur, aun para el más pequeño de los hombres, que carece de ese saber deico, es la hora de su arrepentimiento. Por ello instauraron nuestros sabios la versión de las oraciones de Iom Kipur, entre ellas la de la confesión, que se repite en cada uno de los servicios religiosos del día, para crear un estado de arrepentimiento, que alcanza su completa revelación por medio de la confesión.

 

Iom Kipur es el Día del Amor entre el hombre y su Creador. Un amor que se pone de manifiesto en todas las plegarias del día. Pero la cercanía que se genera entre el hombre y su D'os, a nivel individual y comunitario, es realmente especial en el servicio de Neilá, que cierra el día. La plegaria de la Amidá, especial en este momento maravilloso, la iniciamos con el rezo de: "Das tu mano a los transgresores y tu diestra está abierta para recibir a los que retornan. Enséñanos D'os nuestro a confesarnos ante Ti". Por todas nuestras faltas, para que abandonemos el abuso y nos aceptes en arrepentimiento completo ante Ti. Se trata aquí de un arrepentimiento completo, un concepto lleno de significación, que muestra el momento culminante de un proceso, que comienza en Rosh Jodesh de Elul y termina en Iom Kipur.

 

¿Qué diferencia hay entre arrepentimiento (תשובה) y arrepentimiento completo (תשובה שלמה)? El arrepentimiento completo es el arrepentimiento desde el amor, que convierte incluso a las malas intenciones del hombre en virtudes. Por ella rezamos en el servicio de Neilá, y recordamos las palabras del profeta: No desearé la muerte del malvado, sino el retorno del malvado de su camino para que viva, etc., y vuelvan y vivan. Por medio del acto de arrepentimiento completo como está prescripto, nos superamos y pedimos esquivar las divisiones de la expiación que nos enseñara Rabi Elazar Ben Azaria en Roma en nombre de Rabi Ishmael cuando respondió al Rabi Mejia Ben Jeresh a su pregunta: "¿Has escuchado las cuatro divisiones de la Kapará que pedía Rabi Ishmael?" y le dijo: "Tres son, y cada una tiene su arrepentimiento". Según Rabi Ishmael, hay faltas que solo la pena de muerte -el Cielo no lo permita- puede purificar. Por lo tanto, surge la pregunta: ¿cómo debemos rezar y suplicar deshacernos de sufrimientos y muerte y obtener la inscripción y el sello de vida, como está escrito en la plegaria de Neilá donde dice: "y retornen y vivan". ¿Y cómo será nuestra expiación? La respuesta a esta pregunta es que rezamos ante el Santo Bendito Sea, para que dé a nuestros corazones su amor completo y entonces no habrá necesidad de expiar nuestros pecados, pues todos, todos, se convertirán en virtudes y se cumplirá en nosotros lo que está escrito: "Aunque vuestros pecados sean como la grana, se volverán tan blancos como la nieve." (Yeshaiahu, 1, 18).

 

Esa fue la interpretación del milagro que ocurría cada año en Iom Kipur. La cuerda de carmesí colgada a la entrada del Templo, que se volvía blanca, y todo Israel veía y se alegraba. Rezamos con palabras incluidas por nuestros sabios en bendiciones, cada día, en la plegaria Shmone Esre: "Y haznos retornar en arrepentimiento completo ante Ti". En los Diez Días de Arrepentimiento y en los días de ayuno, rezamos:

 

"Padre nuestro, Rey nuestro, haznos retornar en arrepentimiento completo ante Ti", según la plegaria compuesta por Rabi Akiva (Ayuno, 25).

 

Rabi Akiva es una autoridad en el tema del "amor". Es él quien dijo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo: esa es una gran regla en la Torá", y él es quien dijo a sus discípulos durante sus terribles tormentos: "Todos mis días recé, cuándo llegaría este versículo a ser cumplido, 'Amarás a Adonai tu D'os con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu fuerza'".

 

El "Día Sagrado" del Año Judío se llama "Iom Kipur", debido a que su rezo principal cumple con lo que está escrito: "Porque en este día expiará y purificará sobre vosotros ante D'os seréis purificados".

 

Acerca de ello repetimos al final del Tratado "Hoy" que es el tratado "Iomá" (El día), al final del capítulo sobre Iom Kipur:

 

"Dijo Rabi Akiva, bienaventurado sea Israel, ante quien os purificáis y quien os purifica: vuestro Padre Celestial, como está dicho: "Arrojaré sobre vosotros aguas puras y os purificaré". Y dijo: "Como el baño ritual de Adonai purifica a los impuros, así el Santo Bendito Sea purifica a todo Israel".

 

Dicha agua pura emana del manantial del amor, presente en todo hombre de Israel, que logra hacer arrepentimiento completo, arrepentimiento por el amor. Es la expresión más fuerte y enérgica de la esencia del día sagrado y su objetivo, ser día de expiación, que es el día de la purificación, que es el Día del Amor.

 

El Amor completo lleva al Arrepentimiento completo, que lleva al individuo y a la comunidad a la Cura completa y nos traerá la Redención completa, la cual llegará, con ayuda de D'os, prontamente en nuestros días, Amén.

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