Rambam, Mishné Torá, Hiljot Meguilá veJanucá
Halajot de Janucá
Hiljot Janucá, capítulo 3
1. En la época del Segundo Templo, cuando reinaban los griegos, impusieron sus normas a los judíos, proscribieron su religión y no les permitieron ocuparse de la Torá y las mitzvot; tendieron la mano hacia los bienes y las hijas de los judíos; entraron al Templo, lo profanaron y desacraron su pureza. Causaron mucha aflicción a Israel y los presionaron en gran medida hasta que el D's de nuestra padres se apiadó de ellos y los salvó de sus manos. Los hijos de Jashmonai doblegaron a los grandes sacerdotes, mataron [a los griegos] y salvaron a Israel de sus manos. Y entronizaron un rey de entre los cohanim y el reino de Israel retornó por más de doscientos años, hasta la destrucción del Segundo Templo.
2. Y cuando Israel venció a sus enemigos acabó con ellos, era el veinticinco del mes de Kislev. Entraron en el templo y hallaron sólo una jarra de aceite puro, que bastaba para un solo día; encendieron las velas durante ocho días, hasta que prensaron las aceitunas y extrajeron de ellas aceite puro.
3. Por eso, los sabios de aquella generación instituyeron que esos ocho días, que empiezan en la noche del veinticinco de Kislev, sean días de alegría y de alabanza, que se enciendan en ellos las candelas al ocaso en las puertas de las casas, en cada una de las ocho noches. Y estos días son llamados días de Janucá (inauguración), en los que está prohibido pronunciar hespedim (discursos de elogio a los muertos) y ayunar, como en los días de Purim. Y el encendido de velas en ellos es una mitzvá rabínica, como la lectura de la Meguilá.
4. Quienes están obligados a leer la Meguilá están obligados a encender una candela de Janucá. Quien la enciende la primera noche pronuncia tres bendiciones: "Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Janucá. Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del Universo, que realizó milagros para nuestros antepasados, en aquellos días y en estos momentos. Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del Universo, que nos ha mantenido con vida, nos ha sostenido y nos ha permitido llegar a esta ocasión". Quien ve la candela pronuncia dos bendiciones "que realizó milagros" y "que nos ha mantenido con vida". En el resto de las noches, quien las enciende pronuncia dos bendiciones y quien las ve dice una, pues sólo se bendice "que nos ha mantenido con vida " en la primera noche.
5. En cada uno de estos ocho días se dice la plegaria completa de Halel y se bendice antes de ella: "Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado terminar el Halel", ya sea solo o en público. A pesar de que la recitación del Halel es una mitzvá rabínica, se bendice "que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado", tal como se bendice al leer la Meguilá y en el caso del Eruv, pues sin lugar a dudas bendecimos en el caso de estas mitzvot aunque sean mitzvot rabínicas. Pero en el caso de una mitzvá de origen rabínico de cuyo cumplimiento exista una duda (como el diezmo de los pobres) no se bendice. ¿Y por qué se bendice el segundo día de una festividad? Se ha estipulado así sólo por la duda, para que no sea menospreciado.
6. Y no sólo el Halel en Janucá es de origen rabínico sino toda recitación del Halel lo es siempre, en todos los días en que se termina de leer el Halel. Dieciocho días al año es una mitzvá terminar el Halel y éstos son: los ocho días de la Sucot, los ocho días de Janucá, el primer día de Pésaj y el día de Shavuot. Pero en Rosh Hashaná y en Yom Hakipurim no hay Halel porque son días de arrepentimiento, pavor y temor y no días de alegría extrema. Los sabios no estipularon el Halel en Purim pues la lectura de la Meguilá es el Halel.
7. En los sitios en los que celebran las festividades durante dos días, se termina el Halel en veintiún días: los nueve días de Sucot], los ocho días de Janucá, los dos días de Pésaj y los dos días de Shavuot. Pero en Rosh Jódesh la recitación del Halel es minhag [costumbre] y no mitzvá [precepto]; y esta costumbre se observa sólo en público. Por eso se recita el Halel salteándose porciones y no se bendice, pues no se bendice una costumbre. Una persona sola no lo recitará en absoluto, y si comienza, lo terminará salteándose las porciones que se excluyen cuando se recita en público. Lo mismo sucede en los demás días de Pésaj, se lee salteándose porciones, tal como se lee en Rosh Jódesh.
8. ¿Cómo se saltea? Se comienza desde el principio del Halel hasta "convirtió el pedernal en manantial de agua", se saltea hasta "D's nos ha recordado y nos bendecirá" y se continúa leyendo hasta "Aleluya". Se saltea hasta el versículo "¿Qué daré a D's?" y se continúa hasta "Aleluya". Luego se saltea hasta el versículo "Desde la angustia clamé a D's y se continúa hasta el final del Halel. Ésta es la costumbre común, hay quienes saltean partes diferentes.
9. Todo el día es adecuado para la recitación del Halel. Y quien recita el Halel de atrás para adelante, no ha cumplido con su deber. Si una persona recita, se detiene y continúa recitando, a pesar de haber esperado para terminar todo, ha cumplido con su deber. En los días en que se termina el Halel se puede interrumpir entre salmo y salmo pero en la mitad de un salmo, no interrumpirá. Y en aquellos días en que se saltan porciones, aún en la mitad de un capítulo interrumpirá.
10. En todos los días que se termina el Halel se bendice antes de él; en aquellos lugares en los que existe la costumbre de bendecir después de él, se bendecirá. ¿Cómo se hará?: "Te alabarán Señor, nuestro D's, todas Tus obras y Tus piadosos y los justos hacedores de Tu voluntad, y todo Tu pueblo la casa de Israel, con alegría agradecerán a Tu nombre, porque Tú eres D's, a Ti es bueno agradecer y a Tu nombre es grato cantar; desde la eternidad y para toda la eternidad, Tú eres D's. Bendito eres Tú, D's, el Rey exaltado y magnífico, vivo y existente, siempre reinarás para toda la eternidad".
11. Hay lugares que acostumbran repetir desde "Te agradeceré pues me has respondido" hasta el final del Halel, se repite cada versículo dos veces. En un lugar en que ésta es la costumbre, se repetirá; y en un lugar en el que no es la costumbre, no se repetirá.
12. La costumbre de leer el Halel en los tiempos de los primeros sabios era así: después de que quien recita el Halel bendice, comienza y dice "Aleluya" y todos responden "Aleluya"; luego continúa "Alabad, siervos de D's" y todos responden "Aleluya". Y continúa diciendo "Alaben el nombre de Hashem" (Salmo 113.1) y todo el pueblo responde "Haleluyá". Y continúa diciendo: "Bendito sea el Nombre de D's desde ahora y para siempre" y todos responden "Aleluya". Y así con todo, hasta que responden a cada verso del Halel "Aleluya" un total de ciento veintitrés veces. Un signo [para recordar este número] es la edad de Aharón al morir.
13. Y cuando quien lee llega al comienzo de cada capítulo, todos repiten lo que él había dicho. ¿Cómo? Cuando dice: "Cuando salió Israel de Egipto", todos repiten: "Cuando salió Israel de Egipto". Quien lee dice: "la casa de Jacob de un pueblo de extraña lengua" y todos le responden: "Aleluya". Y así hasta que dice "He amado a D's porque escucha mi voz y mis súplicas", y todo el pueblo repite "He amado a D's porque escucha mi voz y mis súplicas". Y así, cuando quien lee dice: "Alabad a D's todos los pueblos", todos repiten: "Alabad a D's todos los pueblos".
14. Quien lee dice: "Te rogamos, D's, sálvanos por favor" y los demás responden después de él: "Te rogamos, D's, sálvanos por favor", a pesar de que no es un comienzo de capítulo. Quien lee dice: "Te rogamos, D's, haznos prosperar por favor" y los demás responden: "Te rogamos, D's, haznos prosperar por favor". Quien lee dice: "Bendito el que viene" y todo el pueblo dice: "en el nombre de D's". Y si quien el Halel es un menor de edad o un siervo o una mujer, repite lo que ellos recitan palabra por palabra en todo el Halel.
15. Ésta es la costumbre primaria, y es recomendable comportarse de acuerdo con ella. Pero en nuestros tiempo he visto que en todas parte costumbres diferentes en su recitación y en las respuestas del pueblo. Y ninguna de estas costumbres es similar a la otra.
Hiljot Janucá, capítulo 4
1. ¿Cuántas candelas se debe encender en Janucá? La mitzvá es que cada casa encienda una, ya sea que los miembros de la casa sean muchos o que sea una sola persona. Quien engalana la mitzvá enciende una candela por cada miembro de la casa, una por persona, ya sean hombres o mujeres.
Quien embellece la mitzvá aún más y la cumple en su forma más excelsa, enciende una candela por cada miembro de la casa en la primera noche y cada noche añade una por cada persona.
2. ¿Cómo se hace esto? Si hay diez personas en la casa, en la primera noche se encienden diez candelas; en la segunda noche, veinte; en la tercera noche, treinta, hasta que en la octava noche se encienden ochenta candelas.
3. La costumbre extendida en todas nuestras ciudades en Sefarad es que cada miembro de la casa encienda una candela en la primera noche, y cada noche se añade una hasta terminar en la octava noche encendiendo ocho candelas, tanto si los miembros de la casa son muchos como si se trata de una sola persona.
4. Una candela con dos bocas (mechas) sirve para dos personas. Si se llena un recipiente con aceite y se lo rodea con mechas, si pone otro recipiente encima, cada mecha es considerada como una candela independiente; si no se pone encima un recipiente es considerada como una fogata (una sola luz) y ni siquiera se la ve como una sola candela.
5. Las candelas de Janucá no se encienden antes de que se oculte el sol sino durante el ocaso, no se debe retardar el encendido ni adelantarlo. Si se olvidó o intencionalmente no encendió durante el ocaso, deberá enciende hasta que se acabe el movimiento de gente en el mercado (en el espacio público frente a la casa). ¿Cuánto tiempo es ése? Como media hora o más.
Si ha pasado ese lapso, no se encenderá. Se debe poner suficiente aceite en la candela para que arda hasta que se acabe el movimiento de gente en el mercado, pero si se la encendió y se apagó, no se debe encender otra vez.
Si sigue ardiendo hasta después de que se acabe el movimiento de gente en el mercado, si se quiere apagarla o moverla, se puede hacer esto.
6. Todos los aceites y todas las mechas son aptas para la candela de Janucá, aunque los aceites no suban bien por la mecha y el fuego no se mantenga bien en ellas. Y aún en la noche del Shabat que cae durante los días de Janucá, se puede encender con los aceites y las mechas con los que está prohibido el encendido de la candela de Shabat, dado que no se puede usar para las candelas de Janucá, ya sea durante el Shabat o durante la semana, ni siquiera para revisar monedas o para contarlas bajo su luz; está prohibido.
7. Es una mitzvá poner la candela de Janucá en la puerta de la casa por fuera, a escasa distancia del dintel, del lado izquierdo de quien que entra a la casa, para que la mezuzá quede a la derecha y la candela de Janucá a la izquierda. Si una persona vive en el piso alto, la pondrá en la ventana más próxima al espacio público. Una candela de Janucá que es colocada a más de veinte codos de altura no cumple la mitzvá, pues no es distinguible.
8. En días peligrosos, la candela de Janucá se encontrará dentro de la casa, aun cuando se la ubique sobre la mesa, será suficiente. Dentro de la casa debe haber otra candela para utilizar su luz; si dentro de la casa hay un fuego, no es necesario tener otra candela. Pero si es una persona importante, que no acostumbra usar fuego para iluminar, necesita otra candela.
9. Una candela de Janucá encendida por un sordo, un necio, un menor de edad o un no judío, no cumple la mitzvá, hasta que sea encendida por alguien quien tenga la obligación de hacerlo. Si se la enciende adentro y se la saca para colocarla junto a la puerta de su casa, no se cumple la mitzvá, hasta que sea encendida en su lugar. Si se la toma en la mano y se pone de pie, no se cumple la mitzvá, pues quien ve esto dice que la ha encendido para su propio uso. Una lámpara que ha estado encendida todo el día, puede ser apagada a la salida del Shabat, ser bendecida y encendida; este encendido cumple la mitzvá, ya que la misma consiste en el encendido, y no en su colocación en un lugar. Se puede encender una candela de Janucá con otra candela de Janucá.
10. Un patio con dos entradas en dos direcciones diferentes requiere dos candelas, para que quienes pasan por un lado no digan que no se ha dejado una candela de Janucá. Pero si las dos entradas están orientadas en la misma dirección, se encenderá sólo en una de ellas.
11. Un huésped para el que se enciende en su casa (en su ausencia), no necesita que se encienda por él en el sitio donde se hospeda. Si no tiene una casa donde enciendan por él, deberá encender en el lugar donde se hospeda y colaborar con la compra del aceite. Si esta persona tiene una casa para ella sola, aunque se encienda por ella en su otra casa, deberá encender en la casa en la que se encuentra, para las personas que pasan.
12. La mitzvá de la candela de Janucá es sumamente grata y todos deben tener cuidado de cumplirla, para difundir el milagro y añadir alabanza y agradecimiento a D's por los milagros que hizo. Aunque se alimente exclusivamente de donaciones, pedirá o venderá sus ropas y con eso comprará aceite y candelas y las encenderá.
13. Quien sólo tenga una moneda y deba pronunciar el kidush de shabat y encender la candela de Janucá, el aceite para encender la candela de Janucá precede al vino para el kidush. Dado que ambas son mitzvot rabínicas, es preferible cumplir con el encendido de la candela de Janucá, pues hay en ella un recordatorio del milagro.
14. Si sólo puede comprar una candela para su casa o la candela de Janucá, o la candela para su casa y el kidush, la candela de la casa tiene precedencia debido a la paz del hogar. Ya que incluso el Nombre es borrado para hacer la paz entre un hombre y su esposa. Grande es la paz pues la Torá no fue dada sino para hacer la paz en el mundo, tal como dice: "Sus caminos son caminos deleitosos, y todos sus senderos son paz". Bendito sea el Misericordioso que nos ayudará.
El tercer libro ha finalizado, con la ayuda de D's. Y los capítulos de este libro son noventa y siete:
Halajot de Shabat, treinta capítulos; Halajot de Eruvin, ocho capítulos;
Halajot de una Yom Kipur, tres capítulos; Leyes de días festivos, ocho capítulos;
Halajot de Jametz y Matzá, ocho capítulos; Halajot de Shofar y de Sucá y Lulav, ocho capítulos;
Halajot de Shekalim, cuatro capítulos; Halajot de Kidush Hahodesh, diecinueve capítulos;
Halajot de ayunos, cinco capítulos; Halajot de la Meguilá y de Janucá, cuatro capítulos.
Categorías: Fuentes y textos, Jazal y el período del galut, fuentes, halajot de la festividad
Palabras clave: Rambam (Maimónides)

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