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Fuentes y filosofía/
Sucot

Halajot del Lulav

Mishné Torá, Halajot Lulav, capítulo 7:

 

1. "Palmas de dátil" como las menciona la Torá, son ramas de palma que crecen antes de separarse para aquí y para allá, sino que son como una varita; entonces se llaman "lulav".

 

2. "Fruto del árbol cítrico" como lo menciona la Torá, es el etrog. "Y la rama del etz avot (hadás)", como lo menciona la Torá, es el mirto, sobre el cual se protege su madera, como aquellas ramas que tienen tres o más hojas sobre un tallo; pero si tiene dos hojas, opuestas una a la otra, la tercera de la hoja por sobre ambas, no se llama "avot", sino "hadás bobo".

 

3. "Sauce del río", como se menciona en la Torá, no es cualquier cosa que crezca junto al río, sino una especie reconocida, llamada "Sauce del Río"; una hoja de él es estirada, y su inicio es liso y su pecíolo rojizo, y ese es el que se llama sauce. La mayor parte de esta especie crece junto a los ríos y por eso se llama "sauce del río"; pero aun si crece en el desierto o en las montañas es casher.

 

4. Existe otra especie, parecida al sauce, solo que su hoja es redonda y su inicio es parecido a una sierra y su peciolo no es rojizo; se llama álamo, y no es casher. Hay también una especie de sauce, el inicio de cuya hoja es liso y no como una sierra, pero tiene surcos diminutos como la boca de una pequeña hoz; y es casher. Todas esas cosas fueron interpretadas, según se dice, por Moshé Rabeinu.

 

5. Esas cuatro especies, una sola mitzvá son, y retrasan una a la otra; todas juntas se llaman preceptos del lulav. Nada se les puede restar, y nada se les puede agregar; y si no se encuentra una de ellas, no se trae otra especie similar en su lugar.

 

6. Es mitzvá reunir lo más selecto del lulav, el hadás y la aravá, y reunirlos todos en un solo ramo. Y cuando se los toma para cumplir la mitzvá, primero se debe bendecir la toma del lulav, pues todos se apoyan en él. Y luego se toma este ramo en la mano derecha y el etrog en la izquierda, y se los toma según su dirección de crecimiento, que estén sus partes principales hacia abajo hacia la tierra, y sus cabezas hacia arriba, hacia el aire. Si no las unió, y las tomó una por una, cumplió, con tal de que tenga las cuatro en su mano; pero si no tenía sino una especie, o si le faltaba una especie, no bendecirá con ellas hasta que halle el resto.

 

7. Cuánto se toma de ellas: un lulav, un etrog, y dos hojas de aravá, y tres hojas de hadás. Y si se quiere agregar hadás, para que sea un ramo más grande, se agrega; la mitzvá se ha cumplido en forma correcta y elevada. Pero de las otras especies no se agrega en cantidad, ni se les resta; y si se agrega o se resta, es inválido.

 

8. ¿Cuán larga debe ser cada especie? Lulav, no menos de cuatro medidas; y si la hay de cualquier largo, es casher; y se mide por su parte central solamente, no desde la punta de las hojas. El hadás y la aravá, no menos de tres medidas; y si las hay de cualquier largo, son casher. Incluso si en cada rama hay solo tres hojas, es casher, a condición que estén en la punta de la rama. Si se junta el lulav, la parte central de este debe superar al hadás y la aravá en una medida o más. Y la medida del etrog no puede ser menor que la de un huevo; y si es mayor, es casher.

 

9. Al levantar esas cuatro especies: ya todas juntas, ya una después de la otra. Ya a la derecha, ya a la izquierda, ha cumplido: a condición que lo haga según la dirección de su crecimiento; pero si no es en dirección de su crecimiento, no ha cumplido. Y la mitzvá, como es debido, es que levante una unión de tres especies con la mano derecha, y el etrog con la izquierda, y que lleve y retraiga, que los eleve y los haga bajar, y sacuda el lulav tres veces, a todos los vientos.

 

10. Cómo:

Estirar el brazo hacia adelante con el lulav y sacudir la cabeza del lulav tres veces, y retraer el brazo hacia atrás y sacudir la cabeza del lulav tres veces; lo mismo elevándolo hacia arriba, y luego hacia abajo. Mientras se estira hacia adelante y hacia atrás, se lee el Halel en "Agradeced a D-os porque bueno es", principio y final, y en "Dios por favor sálvanos". Y todo el día es casher para hacer esta Netilat Lulav, pero no se hace de noche.

 

11. Si se hace una atadura con plata u oro, o si se lo ata con una tela e hizo la netilá, ha cumplido; si lo ata con otra cosa, ha cumplido, a condición que sea con respeto y elegancia, pues todo lo que sea apropiado para ello, no divide; pero si ha colocado estas especies en una maceta o cacerola e hizo la netilá, no ha cumplido.

 

12. Si se ha juntado el lulav con el hadás y la aravá, y se diferenció entre el lulav y el hadás con un paño o similar, divide; si diferenció entre ellas las hojas de hadás, no divide, pues dentro de la misma especie no hay división. Se debe unir el lulav con un hilo o ungüento, y toda especie que se desee, pues su juntura no retrasa (el cumplimiento de la mitzvá).

 

13. La mitzvá del lulav debe realizarse en el primer día de la festividad solamente, en todo lugar y en todo tiempo, incluso en Shabat, como está dicho: "Y tomaréis en el primer día". Solo en el Templo de Jerusalén se realizaba la Netilá los siete días de la festividad, pues está dicho: "Y os alegraréis ante el Eterno vuestro Dios siete días" (ídem). Si Shabat era uno de los siete días de la festividad, no se realiza la Netilá en Shabat, decretado para que no se transporten por cuatro codos en público, tal como se decretó en cuanto al shofar. 

 

14. ¿Y por qué no se emitió el mismo decreto para el primer día de fiesta, siendo una mitzvá de la Torá, incluso en la Diáspora? Se halló que el primer día no es como los demás días, y que, en el resto de los días, la persona no debe hacer Netilat Lulav sino solo en el Templo de Jerusalén.

 

15. Luego de la destrucción del Templo de Jerusalén, se reglamentó que se debe hacer Netilat Lulav en todo lugar, los siete días de la festividad, en recordación del Templo; y cada día se bendice diciendo: "Que nos santificó con sus preceptos y nos ha ordenado realizar Netilat Lulav", pues se trata de una mitzvá de los escribas. Y esta regulación es con todas las reglamentaciones que ha regulado Rabi Yojanán Ben Zakai luego de la destrucción del Templo. Y cuando se reconstruya el Templo, volverán a ser las cosas como eran entonces.  

 

16. Cuando el Templo estaba en pie, se realizaba Netilat Lulav el primer día que era Shabat y también en todo lugar donde se sabía con certeza que este día era día de fiesta, en Eretz Israel. Pero en los lugares alejados, donde no se sabía determinar el Rosh Jodesh (Principio de Mes), no se realizaba Netilat Lulav, por las dudas.

 

17. Desde la destrucción del Templo, los sabios prohibieron la Netilat Lulav en Shabat en el primer día, incluso para los nacidos en Eretz Israel que santificaban el mes, por consideración a los más lejanos nacidos fuera de los límites, que no sabían determinar el principio del mes, para que todos fueran iguales en este respecto, y no hubiera quienes hicieran la Netilá en Shabat y aquellos que no la hicieran: pues la obligación del primer día en todo lugar es una sola, y no estaba el Templo para apoyarse en él.

 

18. Hoy en día, cuando todos pueden hacer el cálculo, todo quedó como era, que no se efectúa la Netilá en Shabat Lulav en absoluto, ni en la Diáspora ni tampoco en Eretz Israel, siquiera en el primer día, a pesar de que todos saben determinar el principio del mes. Y ya aclaramos que el principio de prohibición de Netilat Lulav en Shabat es un decreto, no sea que transportemos cuatro objetos en público.

 

19. Todo aquel que debe cumplir con el shofar y con la sucá, debe cumplir también con Netilat Lulav; y todo aquel que está exento de shofar y de sucá, está exento de Lulav. El niño pequeño que sabe sacudir, debe cumplir Lulav por lo que han dicho los escribas: para educarlo en las mitzvot.

 

20. Halajá para Moshé en el Monte Sinaí, que se trae al Templo otra aravá que no sea la aravá del lulav, pues la persona no cumple su obligación con la aravá del lulav; y su medida, incluso una hoja de cada rama.

 

21. Cómo era la mitzvá: cada día de los siete días se traían cúmulos de aravá, y se colocaban a los lados del altar, con sus puntas superiores inclinadas sobre el altar; y mientras se traían y se ordenaban, se tocaba el shofar y se aclamaba. Si había un Shabat dentro de la festividad, no se colocaba la aravá; a menos que el Shabat fuera el séptimo día, entonces se coloca en Shabat para difundir que es una mitzvá.

 

22. Cómo hacían: la traían antes del Shabat al Templo, y la colocaban en una cuba de oro, para que no se marchitaran las hojas. Al día siguiente se colocaban verticalmente por sobre el altar, y venía el pueblo y tomaban de ella y hacían Netilá como se hace cada día. Y esta aravá, dado que no está explicitada en la Torá, no hacían con ella Netilá los siete días de la festividad, en recordación del Templo; sino solo en el séptimo día, en nuestros días. Cómo se hace: se toma una rama o muchas ramas, excepto la aráva del lulav, y se golpea con ella el suelo o un recipiente dos o tres veces, sin bendición, pues ello es costumbre de los profetas.

 

23. Cada día, daban la vuelta alrededor del altar con las ramas de lulav en sus manos, una vez, y decían: "Por favor, Dios, sálvanos", "Por favor, Dios, sálvanos"; y en el séptimo día rodeaban el altar siete veces. Y ya lo acostumbraban hacer los israelitas en todo lugar, cuando colocaban una caja en el medio de la sinagoga y la rodeaban cada día como se rodeaba el altar, en recordación del Templo de Jerusalén.

 

24. Así era la costumbre en Jerusalén. Salía el hombre de su casa al amanecer, con lulav en sus manos; y entraba a la sinagoga y rezaba, con él en su mano; y salía a visitar enfermos y consolar deudos, con él en su mano. Y cuando ingresaba en el Beit Midrash, lo enviaba a su casa por medio de su hijo o de su sirviente.

 

25. La esposa lo recibía de manos de su hijo o de su esposo, y lo devolvía al agua en Shabat, en tiempos en que se hacía Netilat Lulav en Shabat; en día de fiesta se agregaba agua, y en los días hábiles de la fiesta se cambiaba el agua.  

 

26. Está prohibido oler el hadás del lulav, porque no es digno de ser olido, y dado que fue asignado a la mitzvá, está prohibido olerlo; pero el etrog, está permitido olerlo, pues fue asignado a la mitzvá, para no ser comido.

 

27. Y está prohibido comer el etrog todo el día séptimo, pues dado que fue asignado a la mitzvá una parte del día, fue asignado al día completo. Y en el octavo día, se puede comer; y durante este tiempo, en el que hacemos dos días, a pesar de que no se hace Netilat Lulav en el octavo día, el etrog está prohibido en el octavo, como estaba prohibido en el octavo cuando se hacían dos días por las dudas que hubiera dudas con el séptimo. Se adjudican siete etrog para siete días, y para cada uno se cumple la mitzvá con un etrog, que se come al día siguiente.

 

Mishné Torá, halajot de lulav, capítulo 8:

 

1. Estas cuatro especies, lulav, hadás, aravá y etrog, si uno de ellos se secó o fue arrebatado o robado, o se autorizó a utilizarlo aun cuando se había anulado la autorización para utilizarlo, o si era de una ciudad alejada, queda invalidado. Si uno de ellos proviene de idolatría, no se hará Netilá con él desde el vamos; y si se hizo, queda cumplida. Si está mustio, pero no seco del todo, es casher. Y en tiempos de crisis o de peligro, el lulav seco es casher; pero no así el resto de las especies.

 

2. Si el etrog es de orlá (cosechado durante los primeros tres años de la planta), o de donación impura o de inmersión, no es casher; si es de dimai, agricultor que no está claro si da diezmo, es casher, pues es capaz de despojarse de sus bienes y quedar pobre, al punto que puede comer dimai. Un etrog de donación pura y de segundo diezmo en Jerusalén, no se hará con él Netilá, por las dudas de que hubiera sido hecho casher de modo impuro; pero si se hizo Netilá, es casher.

 

3. Un lulav con la punta cortada es inválido. De estar agrietado: si se alejaron las dos partes de la grieta al punto de que se ven como dos, es inválido. Si está inclinado hacia adelante, de modo que su columna se ve como la de un giboso, es inválido; si está torcido hacia atrás, es casher, pues así fue creado. Si se tuerce hacia uno de los lados, es inválido. Si se separan sus hojas una de la otra y no se marchitaron, es casher; si se abrieron una de otra y se marchitaron, es inválido.

 

4. La formación de las hojas del lulav es así: cuando crecen, crecen de a dos, adheridas por su espalda, y la espalda de ambas hojas adheridas se llama tiomet. Si se quita la tiomet, es inválido. Si las hojas estaban separadas desde su formación y no tenían tiomet, es inválido. De no estar la espalda de una hoja adherida a la de la otra como ocurre con los lulavim, sino una debajo de la otra: si la cabeza de una llega al centro de la que está sobre ella y toda la espalda del lulav está cubierta con sus hojas, es casher; y si la cabeza de este llega hasta el lado del centro del otro, es inválido.

 

5. El hadás cuya punta ha sido cortada, es casher. De haber caído la mayor parte de sus hojas: si se enderezaron tres hojas en un tallo, es casher. De tener muchas uvas: si están verdes, es casher; si están rojas o negras, es inválido, y si son pocas, es casher. Y no se reduce su cantidad en día de fiesta, pues es como si lo enmendaran; si recogieron sus frutos antes, o luego para comerlos, es casher.

 

6. La aravá a la que se ha cortado la punta, es casher. Si se abrieron sus hojas, es inválida.

 

7. El etrog que ha sufrido perforación de cualquier intruso, es inválido; si fue alguien que no es intruso, tanto si es prohibido como permitido, es inválido. Si sufre cualquier falla, es inválido. Si se le ha quitado el palito y era la punta pequeña que portaba la flor, es inválido. Si se le quitó al árbol del que pendía y quedó en su lugar un agujero, es inválido. De haber una mancha de liquen sobre él: si es en dos y tres lugares, es inválido. Si es en un solo lugar, con una hoja sobre la mayor parte de él, es inválido; y la mancha de liquen está sobre el palito, en cualquier parte, es inválido. Si se le pela la parte externa transparente, sino que quedará verde como fue formado, si se pela completo, es inválido; y si queda cualquier parte de dicha cáscara, es casher.

 

8. Si tiene forma de manzana, o está aplastado, adobado, hervido, negro, blanco, atigrado, verde al cortarlo, es inválido. Si lo cultivaron en prensa y parece de otra especie, es inválido. Si lo cultivaron como fue concebido, aun si lo hicieron hoja por hoja, es casher. Dos etroguim adheridos, y el no maduro, son casher. Un lugar donde los etroguim tienen pocas manchas negras, el etrog es casher. Si tiene muchas manchas negras, es inválido en todo lugar.

 

9. Todos los que nombramos que son inválidos por los defectos que enumeramos, o por arrebato o robo, lo son solo en el primer día de fiesta; pero en el segundo día o en el resto de los días, todos son casher. Y la invalidez que es por idolatría o porque está prohibido ingerir ese etrog, ya sea en el primer día o en el resto de los días, es inválido.

 

10. Ninguna persona puede salir en el primer día de la fiesta con el lulav que es de su prójimo y lo ha tomado prestado de él, hasta que este se lo dé en regalo. Si se lo dieron para que lo devuelva, cumple y lo devuelve, pues un regalo que se da para devolver, se llama regalo; y si no lo devuelve, no ha cumplido, pues se considera arrebato. Y no se lo pueden dar a un menor, pues el menor adquiere, pero no otorga a otros, según la Torá, se halla que, si le devuelven, no se está devolviendo. De ser el lulav uno, y una es cada especie de las cuatro especies que hay en él: si uno de ellos es prestado, no se ha cumplido en el primer día de la festividad.

 

11. Si se compró lulav o etrog en sociedad, ninguno de ellos ha cumplido en el primer día, hasta que dé al otro su parte como regalo. Si dos hermanos compran etroguim con dinero de la herencia compartida (aún no dividida luego de la muerte del padre), y uno de ellos tomó un etrog y cumplió: si lo puede comer, y los hermanos no son estrictos en ello, ha cumplido; y si son estrictos, no ha cumplido, hasta que le dé el otro su parte como regalo. Y si uno compró un etrog y el otro un membrillo, o si compraron juntos un etrog y una granada o un membrillo con dinero de la herencia compartida, no ha cumplido ninguno con el etrog hasta que no reciba del otro su parte como regalo, y a pesar de poder comerlo, no serán estrictos sobre él.

 

12. A pesar de que en todas las fiestas es mitzvá alegrarse en ellas, en la Festividad de Sucot había en el Templo de Jerusalén una alegría mayor, pues está escrito "y os alegraréis ante el Eterno vuestro Dios… siete días". Cómo lo hacían: en la víspera del primer día fijaban en el Templo un lugar para las mujeres arriba y para los hombres abajo, para que no se mezclaran unos con otros. Y comenzaban a alegrarse desde la salida del primer día de fiesta; y así todos los días de los días hábiles de la fiesta, comenzaban luego de ofrecer el sacrificio, siempre al crepúsculo, a alegrarse por el resto del día, con toda la noche.

 

13. ¿Y cómo era esta alegría? La flauta sonaba, y tocaban el violín y las harpas y los címbalos, y cada uno con algún instrumento que sabía tocar; y quien sabía con su boca, pues con su boca. Y danzaban y se satisfacían y zapateaban y bailaban y saltaban cada uno como mejor sabía, y recitaban palabras de poesía y de alabanza. Y esta alegría no se imponía al Shabat ni a la festividad.

 

14. Era mitzvá abundar en esta alegría. No lo hacían los del bajo pueblo y todos los que quisieran, sino los grandes sabios de Israel, y los directores de casas de estudio, y miembros del Sanhedrín, y los justos, y los ancianos y los hombres de acción, ellos son los que bailaban y comían y tocaban y se alegraban en el Templo en los días de Sucot; pero todo el pueblo, hombres y mujeres, venían a ver y a escuchar:

 

15. Que la alegría con que se alegrará el hombre al cumplir las mitzvot y el amor por Dios que le fuera ordenado, es una gran acción; y todo el que se abstiene de esta alegría, es digno de sanción, como está dicho, "por no haber adorado al Eterno tu Dios con alegría y con buen corazón". Y aquel que endureciere su mente, y se rindiere honor a sí mismo, y se adulara a sí mismo en dichos lugares, es pecador y tonto. De eso ha advertido el Rey Shlomó: "No te glorificarás a ti mismo ante el Rey".

 

16. Y todo aquel que se humillare a sí mismo, y que denigrare su cuerpo en dichos lugares, es el mayor y más honorable, pues honra a Dios desde el amor. Así lo dijo David, Rey de Israel: "Y me denigraré más que ello aún, y seré despreciable ante mis propios ojos". Y no hay grandeza ni honor sino en alegrarse ante el Eterno, pues está escrito, "Y el Rey David danzó y brincó ante el Eterno".

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