Jerusalén tiene setenta nombres
Tirat Tzvi - Tarea en la «víspera de Jerusalén» de redactar un cuento en el que aparezcan sus setenta nombres:
Y un día, el guapo joven Ariel Az, sentado en la planicie entre la roca y el viñedo, y propietario de muchos pueblos, fue a la llanura cerca del valle de la visión y el faro eterno. Ansiaba una muchacha bella, alegre, fiel, sublime, fuese toda felicidad y gloria. Y caminó el joven desde el campo sembrado al valle de las palomas, que se encuentra entre el Monte Mor y el Monte Bueno y caminó desde el ojo del mundo hasta el ombligo del mundo, pidiendo la luz del mundo y su mochila sobre sus hombros era una piedra pesada.
Y llegó a una ciudad multitudinaria, llena de gente, Kiryat Mo'ed y en los portones de la ciudad, junto a las puertas de las naciones. En un lugar puro, se encontró con el asiento de los ancianos de la ciudad, y les preguntó: «Dónde está el amor de mi alma, donde tendré un lugar de descanso y sosiego con mi paloma, ¿conocen alguna muchacha que vendrá conmigo a la ciudad santa, dónde está el trono del Señor allí, en la bella ciudad?
Y le dijeron: Date la vuelta y vete, esta ciudad es rebelde, llena de veneno, ciudad de tumbas. El muchacho, cuando los gentiles habían conquistado el Plattin, salieron sobre el templo, y también la casa de Dios destruyeron. Y dio vuelta alrededor de las murallas y sus ojos derramaron corrientes de agua. Y dieron vuelta aquí y allí, y desde la ciudad de David, muchachos de Harel, sus rostros llamas y sus ojos posados en la ciudad de Dios, la ciudad de la Justicia, liberar el Monte del Templo, que es Har Hamoed, y sus bocas pronunciaron el nombre del sagrado Israel. Y dijo el joven: Dios verá el lamento de la ciudad, Kyriat Malchiel y enviará a ella desde el bosque de Bsor a los hijos de David, y de la boca de los jóvenes se elevará un canto de bello paisaje, gloria de toda la Tierra, localidad del gran rey, ya que liberaron la ciudad, y la ciudad se unió junta y fueron bendecidos ya que Dios estaba allí.
Y vio de repente una joven, su cuello como una torre de marfil y su cara alegre, y le dijo: Servidora de las naciones, ¿cómo te llamas? Y dijo Heftiva.
Y agregó: Pensé con cariño.
Y agregó: Habitante del valle, ¿quisieras abandonar la ciudad abierta y venir conmigo dentro de las murallas, a Kyriat David Chana, la costilla del milenio, la apertura del Edén?
Y aceptó la joven ser su esposa, y entraron por el portón Bat Rabim al Platrin que construyó para ella, y colgó sobre su cuello una ciudad de oro. Y vivió con ella para siempre en Neve Shaanan, que levantaron en Sión ciudad y madre, es la ciudad de la paz, es Jerusalén.
Ginat: Gina Ganiel, Nili Ben Ari, Tirza Hershberg