La Actitud Hacia los Débiles
La actitud hacia los débiles en la sociedad judía
La actitud hacia los débiles, los pobres y los necesitados es uno de los pilares del judaísmo.
Los orígenes y los fundamentos de este enfoque se revelan en la Torá, en las primeras leyes dadas al pueblo judío en el desierto después de la entrega de las Tablas de la Ley. Los versículos bíblicos reiteran y enfatizan la importancia del apoyo a los grupos necesitados de la sociedad:
"Al extranjero no maltrataréis ni oprimiréis, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. A la viuda y al huérfano no afligiréis. Si lo afliges y él clama a mí, ciertamente yo oiré su clamor." (Shmot [Éxodo 22:20-22]
"Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto; pero el séptimo año la dejarás descansar, sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que ellos dejen, coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar. Seis días trabajarás, pero el séptimo día dejarás de trabajar, para que descansen tu buey y tu asno, y para que el hijo de tu sierva, así como el extranjero, renueven sus fuerzas." (Shmot 23:11-12)
Estos versículos, que plantean la necesidad de tomar en consideración al pobre y al extranjero, al huérfano y a la viuda, están dispersos por toda la Torá y fueron definidos como mandamientos que deben ser observados. Dado que se trata de una sociedad basada en la agricultura, la Torá estipula que se debe dejar Leket (las espigas que caen durante la cosecha), Shijejá (la cosecha olvidada en el campo) y Peá (la cosecha que crece en los bordes del campo) para los pobres. La Torá establece también que todos deben donar un "diezmo para los pobres" cada tres años, en el tercer y sexto año del ciclo de shmitá, para contribuir al sustento de los necesitados. Una cosecha de la cual no se ha separado el diezmo no es apta para consumo. A través de estos preceptos, la necesidad de ayudar a los pobres de la sociedad se ha convertido de una idea que depende de la bondad y la voluntad del hombre, en una ley que obliga a todos a separar una parte de sus cultivos y sus bienes en beneficio de los pobres.
Los profetas bíblicos, los profetas clásicos que vivían en Israel y profetizaban en el Reino de Judá y el reino de Israel, siguieron la senda y el espíritu de la Torá y exhortaron reiteradamente a los judíos que vivían en Israel a recordar a su propio pueblo y a sus vecinos que carencían de recursos.
El profeta Amós expresó el clamor de los oprimidos:
"Así dice D's: Por tres transgresiones de Israel y por cuatro, no revocaré su castigo , porque venden al justo por dinero y al necesitado por un par de sandalias." (Amós 2:6).
"Porque así dice D's a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis… Los que convierten el juicio en ajenjo y echan por tierra la justicia… Oprimís al justo, aceptáis soborno y rechazáis a los pobres en la puerta… Aborreced el mal, amad el bien, y estableced la justicia en la puerta. Tal vez el Señor, el D's de los ejércitos, sea misericordioso con el remanente de José." (Amós 5:4-15)
El profeta Yeshaiahu (Isaías), en el capítulo 58 (determinado por Jazal como la haftará de Yom Kipur), reniega del ayuno de Yom Kipur si es un sustituto de la participación y la responsabilidad por toda la sociedad:
"Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, declara a mi pueblo su transgresión y a la casa de Yaacov sus pecados. Con todo me buscarán día tras día y se deleitarán en conocer mis caminos, como un pueblo que hubiera hecho justicia, y no hubiera abandonado la ley de su D's. Me piden juicios justos, se deleitan en la cercanía de D's, dicen: '¿Por qué hemos ayunado, y tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y tú no haces caso? He aquí, en el día de vuestro ayuno buscáis vuestra conveniencia y oprimís a todos vuestros trabajadores; ayunáis para contiendas y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunéis como hoy, para que se oiga en lo alto vuestra voz. ¿Es ése el ayuno que Yo escogí, un día para que el hombre aflija su alma? ¿Es acaso para que incline la cabeza como un junco y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a D's?
¿No es éste el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, dejar ir libres a los oprimidos, y romper todo yugo? ¿No es para que partas tu pan con el hambriento y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante? Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria de D's será tu retaguardia. Entonces invocarás, y D's responderá; clamarás, y Él dirá: `Heme aquí'. Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad, y si te ofreces al hambriento y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. D's te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan. Los tuyos reedificarán las ruinas antiguas; levantarás los cimientos de generaciones pasadas y te llamarán reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar." (Yeshaiahu 58:1-12)
Estas profecías indican que en los tiempos bíblicos la sociedad judía no cumplía con los preceptos y las exigencias derivadas de la Torá y que hacía falta la voz de los profetas para despertar al pueblo y dirigir su atención a la difícil situación de los pobres.
Jazal continuaron el camino de la Torá y los profetas y ampliaron y profundizaron el énfasis en la importancia de la actitud ante los necesitados de la sociedad. La Halajá, la Agadá y el Midrash asignan un lugar importante a la ayuda al prójimo, denominada Guemilut Jasadim (retribución de mercedes).
En la segunda mishná de Maséjet Avot encontramos la afirmación de Shimon Hatzadik: "El mundo se sostiene sobre tres pilares: la Torá, el trabajo y Guemilut Jasadim." (Mishná, Avot 1:2)
Junto con el estudio de la Torá y la ofrenda de sacrificios ("el trabajo"), Shimon Hatzadik ubica a Gemilut Jasadim como el tercer pilar sobre el que se funda la sociedad ("el mundo"). Este término incluye la preocupación del individuo por sus semejantes en la sociedad. La beneficencia es una expresión especial de la ayuda y el apoyo al pobre: "La beneficencia es valiosa porque acerca la redención". (Talmud de Babilonia, Bava Batra 10a)
Este espíritu que ubica la ayuda a los más débiles como un elemento central en la sociedad fue el que acompañó al pueblo de Israel en todos sus avatares.
La ayuda al prójimo en las festividades
La ayuda al prójimo y el apoyo a los necesitados son las piedras angulares del judaísmo. Una forma de plantear el tema en la vida práctica era integrar costumbres y preceptos de beneficencia a los pobres en las fiestas judías. En la mayoría de las festividades judías existen costumbres y preceptos destinados a ubicar el apoyo a los débiles como uno de los valores centrales de la festividad.
"Bienaventurados los que guardan el juicio y hacen beneficencia en todo momento." (Tehilim [Salmos] 106:3)
"Fueron incluidos en el ático de Rabi Tarfon y dijeron: ¿Quién hace beneficencia en todo momento?
Si dices, los que estudian y aprenden, ¿acaso no comen ni beben ni duermen?
Y si dices, los que escriben tefillin y mezuzot, ¿acaso no comen ni beben ni duermen?
¿Entonces, quién hace caridad en todo momento?
-Ay, dice quien cría a un huérfano en su casa. ¿Dirás que no anda desnudo por la noche? (Es decir, si la manta del huérfano resbala, duerme desnudo y tiene frío, ¿quien lo cría no ha hecho beneficencia en ese momento porque dormía y no se ocupó del niño?)
Dijeron: 'Aún es necesaria la opinión de Modai.'
Rabi Elazar Modai acudió y dictaminó: La Torá habla sólo del trozo de pan que come en su casa."
Otra cosa:
"Bienaventurados los que guardan juicio"; ése es Mordejai.
"Quien hace beneficencia en todo momento"; quien cría un huérfano en su hogar.

More >











