La noche de la decisión
[El discurso de Yitzhak Zuckerman, según testimonios de los participantes, septiembre de 1942]
La decisión sobre el Levantamiento del Gueto de Varsovia-
Seremos exterminados: nuestro destino es ser exterminados. Pero el honor se salvará. Llegarán los días en que recordarán: la juventud de ese pueblo indefenso se levantó y salvó su honor con poco que tenía en sus manos. Algunos de los camaradas hablaron, cada uno a su manera.
El significado era uno solo: la desesperación dominó los sentimientos. Los sentimientos demandaban acción. En una atmósfera de total desesperación, era difícil expresar otras cosas. A pesar de eso, dije: las sensaciones son ciertas. Pero las conclusiones son erróneas.
... Es muy grande el dolor y muy grande la vergüenza. Pero la acción que se está proponiendo es un acto de desesperación.
Se extinguirá sin ningún eco. Poco será el daño al enemigo. Los jóvenes morirán. Ya hemos tenido innumerables fracasos y sufriremos más derrotas. Es necesario comenzar de nuevo.
La Aktion ha terminado por el momento. Es posible que lleguen días de tregua relativa.
Quizás semanas y quizás meses. Cada día es una ganancia. Arieh debe volver a salir al lado ario. Es necesario volver a buscar nuevos contactos, a cambio de fondos que recolectaremos en el Gueto. Nosotros mismos compraremos armas de comerciantes privados.
Hay que luchar hasta la muerte contra los malvados traidores judíos. Si no hubiera sido por la traición judía, los alemanes no habrían tomado el Gueto tan rápida y fácilmente. Quizás aún lo logremos.
Primero se produjo un enojo general. Me acusaron de intentar impedir la última acción posible. Si no salían inmediatamente a las calles, al día siguiente no tendrían ya las fuerzas ni siquiera para eso. Él les estaba cortando las alas... la discusión
era aguda. La atmósfera estaba ardiente. Pero poco a poco comenzaron a oírse voces sobrias de moderación. La atmósfera se enfrió. Se elevaron propuestas prácticas. Fue la noche más decisiva para la organización judía luchadora. Se decidió actuar con paciencia y comenzar a reconstruir la fuerza combatiente judía. Con todos los medios y fuerzas de que dispusiéramos, con esfuerzos sobrehumanos.
Aquella noche se determinó el destino del levantamiento de enero y de la rebelión de abril de 1943.

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