Tratado de Sucá
Manara, 1960
Mishná, Tratado de Sucá, capítulo 1:
1.1 Una sucá que es más alta de veinte codos, no es válida; aunque Rabi Yehuda la declara válida. Y una que sea menor de diez palmos de altura, y una que no tenga tres paredes, o una, en donde la luz de la cual sea mayor que la sombra de ella, no es válida. Una sucá vieja, Bet Shamái la declara inválida. Y Bet Hilel la declara válida. ¿Y qué es exactamente una sucá vieja? Toda aquella que uno haga treinta días (o más) antes de la Fiesta. Pero si uno la construyó con el propósito de la Fiesta, incluso al principio del año, es válida.
1.2 El que hace su sucá debajo de un árbol es como si la hubiese hecho en su casa (debajo de un techo). Una sucá construida sobre otra, la que se encuentra en la parte superior es válida. Y la otra, la que se encuentra en la parte inferior, no es válida. Rabi Yehuda dice: "Si la que se encuentra en la parte superior no está habitada, la que se encuentra en la parte inferior es válida".
1.3 Si una tela se extiende por el (techo de la Sucá) debido al calor del sol, o por debajo (del techo, en el interior) para coger las hojas que caen, o si se extiende (una tela) sobre una cama con dosel (o de cuatro postes), la sucá no es válida, pero podrá extenderse una tela sobre una cama de dos postes.
1.4 Si uno ha formado una vid, calabaza o hiedra, y luego extiende el enramado de la sucá sobre (una de ellas), no es válida. Pero si el enramado de la sucá las sobrepasa, o si las corta, es válida. Esta es la regla: todo lo que es susceptible a la inmundicia, y no crece de la tierra, no puede ser utilizado como enramado de la sucá. Y todo lo que no es susceptible a la inmundicia y crece de la tierra, puede utilizarse para el enramado de la sucá con ello.
1.5 Manojos de paja, madera o ramitas, no deben de utilizarse para enramar; sin embargo, todos estos se vuelven válidos, si los manojos están desatados. Pero todos ellos son válidos para su uso para las paredes de la sucá.
1.6 "Uno puede cubrir el techo de la sucá con tablas delgadas", palabras De Rabi Yehuda, Pero Rabi Meir prohíbe hacerlo. Si uno coloca en la parte superior de la sucá una tabla que sea de cuatro palmos de ancho, es válida, siempre y cuando uno no duerma debajo de ella.
1.7 Un techo de placas que no tienen yeso. Rabi Yehuda dice que Bet Shamái y Bet Hilel no están de acuerdo sobre lo que debe hacerse para que sea válido. Bet Shamái dice que uno debe separar las placas y remover una placa cada dos. Y Bet Hilel dice que uno debe separarlas o remover una placa cada dos placas. Rabi Meir dice: Se debe remover una placa cada dos placas, y no deben de separarse; es decir, que no ayuda evitar que se peguen.
1.8 Aquel que hace un techo sobre su sucá con espetones (o pinchos) de hierro o con tablas de una cama, si hay espacio entre ellos tan amplio como los artículos mismos, (y se llenan los vacíos con materiales de enramado) la sucá es válida. Si se vacía un pajar para hacer una sucá para sí mismo, no es una sucá válida.
1.9 Si uno suspende paredes textiles de arriba hacia abajo, si la pared se encuentra tres codos encima del suelo, no es válida. Pero si uno hace las paredes de abajo hacia arriba, si la pared es de diez codos de alto, es válida (independientemente de la distancia vertical entre ésta y el enramado), pero Rabi Yosef dice, así como una pared construida de abajo hacia arriba se considera válida si es de diez codos de altura, así también un muro construido de arriba hacia abajo se considera válido si es de diez codos de altura. Si uno distancia el enramado tres codos de una de las paredes, la sucá no es válida.
1.10 En el caso de una casa cuyo techo fue dañado y el dueño puso un enramado sobre la abertura, si hay una distancia de cuatro palmos de pared para el enramado, es válido como una sucá. Y así es la ley en caso de un patio rodeado de pórticos sobre los cuales se colocó un enramado. De manera similar, en el caso de una sucá grande cuyo enramado está rodeado por material que no puede ser utilizado para el enramado, si hay un espacio de cuatro palmos de brecha debajo del material no elegible, la sucá no es válida.
1.11 Si uno hace su sucá como una cabaña, o contigua a un muro, en cualquier caso, Rabi Eliezer determina que ésta no será válida porque carece de techo, pero los Sabios determinan que es válida. La ley de una gran estera de junco (o caña): si la estera es grande, hecha para acostarse en ella, es susceptible a inmundicia, así que no se enrama con ella. Pero si se hizo para enramar, se enrama con ella y no es susceptible a impureza. Pero Rabi Eliezer dice: ya sea que la estera sea pequeña o grande, si se hizo para acostarse en ella, es susceptible a la impureza y no puede enramarse con ella; pero si se hizo para enramar, se puede enramar con ella, y no es susceptible a la impureza.
Mishná, Tratado de Sucá, capítulo 2:
2.1 El que duerme debajo de una cama, no se ha absuelto a sí mismo de todo su deber. Rabi Yehuda dijo: "Estábamos en la costumbre de dormir debajo de las camas en presencia de los ancianos. Rabi Shimeón dijo: "Suecedió que Tabi, el siervo de Rabi Gamlíel, solía dormir debajo de la cama. Pero Rabi Gamlíel dijo a los ancianos: '¿Ves a mi siervo Tabi? Él es un discípulo de Sabios, y sabe que los siervos están exentos de la sucá, por lo que duerme debajo de una cama". A partir de esta observación deducimos a nuestro modo, que el que duerme debajo de una cama no se ha absuelto a sí mismo de todo su deber.
2.2 Si un hombre sostiene su sucá con su cama, es válido. Dice Rabi Yehuda, "una sucá que no puede sostenerse por sí misma, no es válida". Una sucá que esté cubierta de modo irregular, y la sombra sea mayor que la que está abierta al sol, es válida; la cubierta debe estar cerrada, como el techo de una casa, aunque las estrellas no sean visibles a través de ella, sin embargo, es válida.
2.3 Si un hombre construye su sucá en la parte superior de un vagón o en un buque, es válida, y él podrá ingresar a la misma en la Fiesta. Si se ha construido la sucá en parte superior de un árbol o en la espalda de un camello, es válida; pero no debe ingresar en la misma en la Fiesta. Si se forman dos paredes laterales de la sucá por un árbol, y otra por la mano del hombre, o dos (se forman) por mano de hombre, y una por un árbol, la sucá es válida, pero no deberá ingresar a la misma en la Fiesta. Si tres se forman por la mano del hombre, y la cuarta por un árbol la sucá es válida y podrá ingresar en la misma en la Fiesta. Esta es la regla: siempre que la sucá pueda sostenerse por sí misma, incluso si el árbol es removido, la sucá es válida, y es legal para ingresar a la misma en la Fiesta.
2.4 Si uno construye su sucá entre árboles y los árboles forman sus paredes laterales, la sucá es válida. Las personas delegadas en misión piadosa están exentas de la mitzvá de habitar en la sucá; así también si están enfermos, y aquellos que asisten a los enfermos. Los hombres pueden de vez en cuando comer o tomar algo fuera de la sucá (durante la Fiesta).
2.5 Sucedió que un plato de vituallas fue llevado a Rabi Yojanán Ben Sakái para que degustara del plato; y sucedió que dos dátiles y una jarra de agua fueron traídos a Rabán Gamlíel; cada uno de ellos dijo: "Llévalo a la sucá". Pero cuando le llevaron comida a Rabi Tzadok menos que un huevo, él la tomó en una servilleta y la comió fuera de la sucá; y no bendijo después de comerla.
2.6 Rabi Eleazar dijo: "Un hombre está obligado a comer catorce comidas en la sucá, una por la mañana y otra por la noche (de cada día de la Fiesta): pero los Sabios dicen que el asunto no tiene ninguna limitación legal, salvo en la primera noche de la Fiesta. Rabi Eleazar también dijo: "El que no ha tomado su comida en la primera noche de la Fiesta, puede completar y tomarla en la última. Pero los sabios sostienen que no hay enmiendas en este; y aplican al mismo texto: "Lo torcido no se puede enderezar, y lo deficiente no se puede contar".
2.7 Si la cabeza y la mayor parte del cuerpo de un hombre se encuentra en la sucá, y su mesa en la casa, Bet Shamái la declara no válida, y Bet Hilel la declara válida. La escuela de HIlel dijo a la escuela de Shamái: "¿Acaso no sucedió que los ancianos de la escuela de Shamái, y los de la escuela de Hilel, fueron a visitar al Rabi Yojanan Ben Hajoroni, y lo encontraron sentado con la cabeza y la mayor parte de su cuerpo en la sucá, mientras que su mesa estaba en la casa, y no le dijeron nada?" Pero la escuela de Shamái respondió: "¿Esa es vuestra evidencia? Ellos en efecto, sí le dijeron: "Si tal ha sido siempre tu costumbre, tú nunca has obedecido correctamente el precepto de morar en la sucá en toda tu vida".
2.8 Las mujeres, los esclavos y los menores están exentos de la sucá. Un niño que ya no necesita de su madre, se ve obligado a obedecer el precepto de morar en la sucá. Dio la casualidad de que la nuera de Shamái el anciano dio a luz a un hijo en la Fiesta, de modo que él causo que el techo fuera removido y se cubrió sobre su cama con un enramado a causa del infante recién nacido.
2.9 Durante los siete días de la fiesta, un hombre debe utilizar la sucá como su residencia habitual, y su casa como una morada ocasional. Si llueve, ¿cuándo se está permitido salir de la sucá? Cuando un plato de avena sea echado a perder, ellos ilustran esto mediante una comparación: "¿A qué se parece tal circunstancia? A un siervo que vierte una copa de vino para su amo, y éste lanza un plato lleno en su rostro".
Mishná, Tratado de Sucá, capítulo 3:
3.1 Un lulav (palma) que ha sido adquirido por robo, o que se haya marchitado, no es válido. Un lulav que venga de un bosque (dedicado a la idolatría), o de un pueblo rechazado (que ha sido seducido a la idolatría), no es válido. Si el punto se ha roto, o las hojas han sido arrancadas, no es válido: si sólo se han separado, es válido. Rabi Yehuda dice, "Deben ser atadas juntas en la parte superior". Un lulav del Monte de Hierro es válido. Un lulav que mida tres palmos de longitud, suficientes para sacudirlo, es válido.
3.2 Una rama de hadás (mirto) que ha sido adquirida por robo, o que se ha marchitado, no es válida. Una que viene de un bosque o de un pueblo rechazado, no es válida. Si el punto se ha roto, o las hojas han sido arrancadas, o si uno tiene más bayas en él que hojas, no es válida: si el número de bayas se disminuye, se valida; pero esto no debe hacerse durante la Fiesta.
3.3 Una aravá (sauce) del arroyo, que ha sido adquirido por robo, o que se ha marchitado, no es válido. Uno que viene de un bosque o de un pueblo rechazado, no es válido. Si el punto se ha roto, o las hojas han sido arrancadas o si es un álamo, no es válido. Una que se ha desvanecido, o una en la que algunas de las hojas han caído, o una que ha crecido en tierra seca (no cerca de un arroyo), es válida.
3.4 Rabi Ishmael dice: "Deben usarse tres ramas de hadás (mirto) dos aravot (sauces), un lulav (rama de palma), y un etrog, incluso si dos de las tres ramas de hadás tienen sus puntos rotos (pueden ser utilizados). "Rabi Tarfón dice: 'A pesar de que los tres puedan tener sus puntos rotos pueden ser utilizados." Rabi Akiva dice: "Así como se requiere un etrog y un lulav, así también se requiere una rama de hadás y una aravá".
3.5 Un etrog que ha sido adquirido por robo o que se ha marchitado, no es válido. Uno que viene de un bosque o de un pueblo rechazado no es válido. Uno tomado de un fruto de árbol de hasta tres años, no es válido; tampoco es válido uno tomado de una ofrenda que sea impura. De una ofrenda limpia, no se debe tomar un etrog; pero si se ha tomado uno, es válido. Un etrog tomado de un demái (fruto del que es dudoso que las cuotas legales hayan sido pagadas), Bet Shamái lo declara no válido, pero Bet Hilel lo declara válido. No se debe tomar un etrog del segundo diezmo en Jerusalén, pero si se ha tomado uno, es válido.
3.6 Si una mancha (o cicatrices) se extiende por la mayor parte del etrog, si ha perdido su corona o la fina corteza del mismo se ha pelado, o se ha dividido, o si ha sido perforado, y no está completo, no es válido. Si la mancha (o cicatriz) se ha extendido sobre la porción más pequeña del etrog, si ha perdido su tallo, o si ha sido perforado (pero el etrog está completo), de modo que ninguna parte del mismo, por pequeña que sea, esté faltando, el etrog es válido; un etrog de color oscuro no es válido. Un etrog verde como el puerro Rabi Meir lo declara válido: pero Rabi Yehuda lo declara no válido.
3.7 Respecto al tamaño legal mínimo de un pequeño etrog, Rabi Meir dice: "(Puede ser) como una nuez" Dice Rabi Yehuda, "como un huevo" y de un etrog grande (debe ser tal) que un hombre pueda tener dos en una mano". Tal es el decreto de Rabi Yehuda. Pero Rabi Yosef dice: "A pesar de que uno deba usar sus dos manos para sostener un solo etrog, (es válido)".
3.8 El lulav solo debe atarse con su propia especie (ramas de palma). Tal es el decreto de Rabi Yehuda, pero Rabi Meir dice: "Puede atarse incluso con una cuerda de cáñamo". Rabi Meir también dijo: "Sucedía que los habitantes de Jerusalén ataban el lulav con encajes de oro". Pero ellos (los sabios) respondieron: "Sí, así hacían, pero por debajo del encaje de oro lo ataban con hebras que eran de su misma especie".
3.9 ¿En qué momento agitaban el lulav? "En el verso: 'Dad gracias a Dios' (Salmos 118), al comienzo y al final del mismo. Y en el verso 'Oh Señor, te suplicamos, sálvanos', Salmos 118.25. "Tal es el decreto de Bet Hilel. Pero Bet Shamái sostiene que el lulav debe agitarse también en el verso: 'Oh señor, te suplicamos, haznos prosperar', Salmos 118.25. Rabi Akiva dijo: "Vi (en el momento del rezo) a Rabán Gamlíel y Rabi Yehoshúa y vi, que si bien todas las personas sacudían sus lulavim (en los mencionados últimos versos), ellos solo los sacudían únicamente en 'Sálvanos'. Si una persona está en el camino, y no tiene un lulav, debe, cuando llega a casa, sacudirlo en su mesa (aunque sea en las horas de comida). Si no lo ha hecho en la mañana, él deberá hacerlo en el atardecer, ya que la totalidad del día es válido para el lulav.
3.10 Si el Halel es leído a un hombre por un esclavo, una mujer o un menor de edad, el hombre deberá repetir después de ellos (literalmente, palabra por palabra) todo lo que le leyeron; pero es una desgracia para él (no haber aprendido a leer). Si una persona mayor de edad ha leído el Halel para el hombre, este solo deberá repetir después de él "Aleluya".
3.11 En un lugar donde la costumbre es repetir, una persona deberá repetirlos. En un lugar donde la costumbre sea simplemente recitarlos una vez, una persona deberá recitarlos una vez. En un lugar donde la costumbre sea pronunciar una bendición después del lulav, una persona deberá pronunciar la bendición. En todos los casos, según la costumbre de cada localidad. Si una persona compra un lulav de su vecino durante el séptimo (año sabático), él (el vendedor), deberá entregarle un etrog como regalo (en la negociación); porque no es permitido comprar un etrog durante el séptimo.
3.12 Antiguamente el lulav se utilizaba en el Templo cada uno de los siete días de la Fiesta; y, en las provincias (todos los lugares con excepción del Templo de Jerusalén), solo el primer día. Pero después de que el Templo fue destruido, Rabi Yojanán Ben Sakái decretó: "Que en el país (en todas partes) el lulav debe utilizarse durante los siete días de la Fiesta, en memoria del Sagrado Templo". Él, al mismo tiempo, también decretó, "que en el día de Nof se debería prohibir comer el Omer."
3.13 Si el primer día de la Fiesta cae en Shabat, todo hombre debe llevar el lulav a la sinagoga en víspera de Shabat y dejarlo allí. A la mañana siguiente vendrán temprano a la sinagoga y cada hombre deberá distinguir su propio lulav y tomarlo. Porque los Sabios sostienen "que un hombre no cumple con su deber (de agitar el lulav en el primer día de la Fiesta usando el lulav de su prójimo), mientras que, en los otros días de la Fiesta, una persona puede cumplir con su deber usando el lulav del prójimo.
3.14 Rabi Yosef dice: "Si el primer día de la Fiesta cae en Shabat, si un hombre se olvida (que es el día del reposo), y lleva su lulav (en público), es absuelto, por cuanto lo ha llevado con la intención de cumplir con la ley".
3.15 Una mujer recibirá el lulav de la mano de su hijo, o de su marido, y lo pondrá de nuevo en el agua en el día de Shabat. Dice Rabi Yehuda: "En Shabat puede ponerlo de nuevo (en la misma agua), en la Fiesta pueden añadir agua fresca, y en los días intermedios se puede cambiar el agua, derramando el agua rancia y poner agua fresca en su lugar. Un menor de edad que entiende cómo agitar el lulav, está obligado a llevar a cabo este deber".
Mishná, Tratado Sucá, capítulo 4:
4.1 Los ritos de lulav y aravá se realizaban seis días y siete días. La recitación del Halel y la Alegría (comer las ofrendas de paz) se llevaba a cabo ocho días. Habitar en la sucá y la Libación del Agua duraba siete días y la Flauta cinco y seis días.
4.2 El rito de lulav se llevaba a cabo siete días. ¿Cómo? Si el primer buen día de la Fiesta cae en Shabat, el lulav es de siete días; y si cae en cualquiera de los demás días, es de seis días.
4.3 Aravá, siete días. ¿Cómo? Si el séptimo día de aravá tiene lugar en Shabat, aravá se realiza siete días; y si en cualquiera de los demás días, se realiza seis días.
4.4 Las mitzvot de lulav, ¿cómo? Era costumbre que todo el pueblo trajera su lulav al Monte del Templo, donde era recibido por los inspectores, que lo depositaban en una galería. Los ancianos colocaban los suyos en una cámara; y a las personas se les enseñó a decir: "Todo aquel que se apodere de mi lulav; sea suyo como un regalo". En la mañana el pueblo venía temprano; los inspectores lanzaban todos los lulavim ante ellos; cada hombre se apoderaba de uno, y con frecuencia se hacían daño unos a otros. Cuando el Bet Din vio que la gente era expuesta al peligro, se decretó que cada hombre debía tomar su lulav de su propia casa.
4.5 Las mitzvot de aravá, ¿cómo? Había un lugar debajo de Jerusalén llamado Motza. Allí las personas descendían y recogían ramas de sauce llorón. Estos eran traídos y se colocaban a las paredes del altar, con las cabezas de las ramas inclinándose hacia el altar. Mientras esto se hacía, se tocaba una tekiá, una teruá y una tekiá (con el shofar). Todos los días caminaban en circuito en torno al altar, y recitaban: "¡Por favor, Dios, sálvanos! ¡Por favor Dios, haznos prosperar!" Salmos 118.25. Rabi Yehuda dijo que las palabras "¡Aní Vehú! ("Yo Soy y Él" o "Yo soy Él", este es un nombre de Dios) ¡sálvanos!" también eran pronunciadas. Y en el día en particular (el séptimo de esta ceremonia llamada Aravá) hacían siete circuitos alrededor del altar. Cuando se retiraban, ¿qué decían? "Decían: ¡La belleza es tuya, oh Altar! ¡La belleza es tuya, oh Altar!" Rabi Eleazar dijo (que también pronunciaban) "¡Para Dios y para ti, oh Altar! ¡Para Dios y para ti, oh Altar!"
4.6 Como lo hacían en los días de la semana, del mismo modo lo hacían en Shabat. Con la sola excepción que se reunían las ramas de aravá en vísperas de Shabat, y las colocaban en barricas de oro (llenas de agua), para que no se marchitaran. Rabi Yojanán Ben Beroqa dice, "Ellos traían ramas de palmas, y las trillaban (golpeaban) a los lados del altar". De allí el día fue llamado 'Día de Maltrato de las Ramas.
4.7 Inmediatamente los niños arrojaban sus lulavim y comían sus etroguim.
4.8 El Halel y la Simjá (La Alegría) se recitaban ocho días. ¿Cómo? Porque se deduce que el hombre está obligado al Halel, y la Simjá, y a darle honor al último día de la Fiesta, así como a los días anteriores de la Fiesta. Sucá se observa durante siete días, ¿Cómo? Cuando una persona ha tomado su última comida en la sucá, no debe deshacer inmediatamente su sucá; sino, después del mediodía, la persona regresará los muebles y utensilios a su casa, en honor al último día de la Fiesta.
4.9 ¿Cómo era la Libación de las Aguas, que se practicaba siete días? Una jarra de oro que contenía tres log (medida de volumen) se llenaba con agua del arroyo de Shilóaj. Cuando llegaban con ello a la Puerta de las Aguas , tocaban con el shofar una tekiá, una teruá y una tekiá. El sacerdote entonces subía la escalera (del altar al sur), y se volvía hacia la izquierda (al suroeste). Allí había dos tazas de plata. Rabi Yehuda dijo, " que eran de yeso, pero que tenían un aspecto oscuro por causa del vino". Cada una era perforada con un agujero pequeño, como una fosa nasal. La que era para el vino, un poco más amplia, la que era para el agua, un poco más estrecha, con el fin de que se vaciaran ambas a la vez. La que se encontraba hacia el oeste era utilizada para el agua; la otra, hacia el este, para el vino. Pero si el agua se vertía en la cuenca del vino, o el vino en la cuenca de agua, era válido. Rabi Yehuda dice: "Ellos derramaban un log en cada uno de los ocho días. Y para aquel que derramaba el agua el pueblo decía: "Levanta tu mano"; ya que una vez sucedió que (un sacerdote encargado de la tarea) vertió el agua sobre sus pies, y todo el pueblo lo atacó arrojándole sus etroguim".
4.10 Como hacían en los días de la semana, así lo hacían en Shabat, excepto que recogían el agua de Shilóaj en vísperas de Shabat, en un cántaro de oro que no había sido consagrado, y lo colocaban en una cámara (en el Templo); si se derramaba, o se dejaba sin cubrir, lo llenaban de nuevo del Kior (fuente del patio del Templo). Porque no era lícito llevar en el altar, agua o vino que había sido dejado descubierto.
Mishná, Tratado Sucá, capítulo 5:
5.1 La Flauta (se tocaba) cinco (días) y a veces seis: Esto se refiere a la Flauta que se tocaba en la Casa de Extracción, que no viola las restricciones del Shabat ni de la Fiesta. Ellos dijeron: "El que no había sido testigo de los festejos de la Casa de Extracción en toda su vida, no ha sido testigo de la alegría".
5.2 A la expiración del primer día de la Fiesta ellos descendían al patio de las mujeres donde se hacían grandes preparativos (para el regocijo). Cuatro candelabros de oro eran (colocados) allí, con cuatro cuencas de oro cada uno; y cuatro escaleras (eran colocadas) para cada candelabro, (subían en dichas escaleras y) se colocaban cuatro muchachos de la creciente juventud del sacerdocio, sosteniendo frascos de aceite, que contenían 120 logs, y vertían aceite en cada cuenca.
5.3 De la ropa interior y cinturones desgastados de los sacerdotes hacían pedazos para mechas, con ellos encendían los candelabros. No había un solo patio en Jerusalén que no fuera iluminado por las luces de la Casa de Extracción.
5.4 Los hombres piadosos y distinguidos danzaban ante el pueblo con antorchas encendidas en las manos, y cantaban himnos y alabanzas ante ellos. Y los levitas les acompañaban con arpas, salterios, címbalos e innumerables instrumentos musicales. A los quince escalones que conducían del patio de los israelitas al patio de las mujeres, que corresponden a los quince Salmos de Ascención, se encontraban los levitas con sus instrumentos musicales y cantaban. En la puerta de arriba que conduce desde el patio de los israelitas al patio de las mujeres, había dos sacerdotes con trompetas de plata en sus manos. Cuando el gallo cantaba por primera vez ellos tocaban una nota tekiá, una teruá y una tekiá. Esto lo repetían hasta llegar al décimo paso, y otra vez cuando llegaban al patio. Continuaban tocando las trompetas a su paso, hasta que llegaban a la puerta que conduce hacia el este. Cuando llegaban a la puerta que conduce hacia el este, se volteaban hacia el oeste (con sus rostros hacia el Templo) y decían: "Nuestros antepasados, que se encontraban en este lugar, dieron la espalda a la casa de Dios, con sus rostros hacia el este, porque adoraban al Sol hacia el este; pero nosotros elevamos nuestros ojos a Dios". Rabi Yehuda dijo, ellos repetían una y otra vez: "Nosotros pertenecemos a Dios, y hacia Dios elevamos nuestros ojos".
5.5 En el Templo nunca tocaron menos de veintiuna notas al día, ni más de cuarenta y ocho. Todos los días se tocaban veintiuna veces: tres veces en la apertura de las puertas, nueve veces en la ofrenda diaria de la mañana, y nueve veces en la ofrenda diaria de la tarde. Cuando se traían ofrendas adicionales, tocaban nueve veces más. En la víspera del Shabat tocaban seis veces más: tres veces para prohibir a la gente hacer trabajo, y tres veces para separar el día santo del día de trabajo. Pero en la víspera del Shabat, durante la Fiesta, tocaban cuarenta y ocho veces: tres veces a la apertura de las puertas, tres veces a la puerta de abajo, tres veces al derramamiento del agua, tres veces sobre el altar, nueve veces para la ofrenda diaria de la mañana, nueve veces para la ofrenda diaria de la noche, nueve veces para las ofrendas adicionales, tres veces para que el pueblo se abstenga de hacer trabajo, y tres veces para separar el día santo del día ordinario.
5.6 En el primer día bueno de la Fiesta había trece becerros, dos carneros, y un macho cabrío (para ser ofrecidos) (Núm 29, 13-16). Allí permanecían catorce corderos para ocho órdenes de sacerdotes. En el primer día de la Fiesta seis (de estas órdenes) ofrecían dos corderos cada una, y las otras (dos órdenes) un cordero cada una. En el segundo día, cinco de las órdenes ofrecían dos corderos cada una, y las cuatro órdenes restantes un cordero cada una. En el tercer día cuatro órdenes ofrecían dos corderos cada una, y las seis restantes, un cordero cada una. En el cuarto día tres órdenes ofrecían dos corderos cada una, y las ocho restantes un cordero cada una. En el quinto día dos órdenes ofrecían dos corderos cada una; y las diez órdenes restantes un cordero cada una. En el sexto día una orden ofrecía dos corderos, y las doce restantes un cordero cada una. En el séptimo día todos eran por igual. En el octavo día echaban suertes, como en otras Fiestas. Era tan regulado, que a la orden que ofrecía bueyes un día no se le permitía ofrecer bueyes al día siguiente; sino que los ofrecían en rotación.
5.7 Tres veces al año, todas las veinticuatro órdenes de sacerdotes tenían por igual derecho a participar en las ofrendas de la Fiesta, y en el Pan de la Proposición. Y en la fiesta de Shavuot los distribuidores decían a cada sacerdote: "Aquí está el pan con levadura para ti, y aquí está el pan sin levadura para ti". La orden cuya regularidad de tiempo del servicio se produce en las Fiestas, ofrecía las ofrendas continuas, votos, y ofrendas de libre albedrío, y todos los servicios públicos, y todo sacrificio (que no pertenece a la Fiesta). En una Fiesta que cae junto al Shabat, ya sea anterior o posterior al Shabat, todas las (veinticuatro) órdenes comparten por igual en la división del Pan de la Proposición.
5.8 Pero si un día interviene entre el Shabat y la Fiesta, la orden (de sacerdotes) a la que le toca (el servicio) ese día, recibía diez de los Panes de la Proposición, y los que se quedaban atrás en el Templo recibían dos Panes de la Proposición. En otras épocas del año la orden que entraba (en servicio) recibía seis (Panes de la Proposición), y la que salía de servicio también recibía seis. Rabi Yehuda dice, "Esta (orden) que entraba (en servicio) recibía siete y la que salía recibía cinco." Los que entraban dividían en el lado norte y los que salían, en el lado sur (del atrio del Templo). La orden de Bilga siempre dividía (su parte) en el lado sur; su anillo era fijado hacia abajo, y la ventana (de su cámara) era bloqueada.