Kabbalat Shabbat para Janucá
Janucá, Janucá. Levin Kipnis
Janucá, Janucá, qué fiesta hermosa,
una luz grata alrededor, el niño goza.
Janucá, Janucá, el trompo rueda.
Rueda por favor, rueda y rueda,
¡Qué fiesta linda y buena!
Encendido de las velas de Janucá
Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Janucá.
Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del universo, que, que realizó milagros para nuestros antepasados, en aquellos días y en estos momentos.
Bendito eres Tú, D's nuestro, nuestro D's Rey del universo, que nos ha mantenido con vida, nos ha sostenido y nos ha permitido llegar a esta ocasión.
Fortaleza y roca (popular)
Fortaleza y roca de mi salvación, a Ti corresponde que alabemos.
Establece la casa de mi plegaria, y allí un sacrificio de agradecimiento ofrendaremos
en el momento en que prepares el degüello del opresor que ladra.
Entonces con un salmo habré de completar
la inauguración del altar.
Los días de Janucá. Avraham Avrunin
Los días de Janucá, de nuestro Bet Mikdah la dedicación,
de regocijo y alegría llenan nuestro corazón.
Noche y día nuestros trompos girarán
y muchas frituras ese día se comerán.
Iluminen, enciendan
muchas velas de Janucá,
por los milagros y las maravillas
que hicieron los Macabim.
Contemos y cantemos la victoria de los Macabim,
que a los enemigos con mano fuerte vencieron,
Jerusalén revivió
y el pueblo judío se recuperó.
Iluminen, enciendan
muchas velas de Janucá,
por los milagros y las maravillas
que hicieron los Macabim.
Portamos antorchas. Aaron Zeev
Portamos antorchas en noches oscuras,
bajo nuestros pies brillan los senderos,
quien un corazón ávido de luz tenga
alce la vista y con nosotros a la luz venga.
¡Venga!
Un milagro no nos ha pasado, una jarra de aceite no hemos encontrado.
Al valle caminamos y al monte subimos,
Ocultos manantiales de luz descubrimos.
Un milagro no nos ha pasado, una jarra de aceite no hemos encontrado,
excavamos la roca con sangre, ¡y hubo luz!
Salgo a la luz. Ehud Banai
Este camino comienza aquí
entre una sucursal bancaria y un manantial,
sin pavimento, no siempre señales hay.
Este camino comienza aquí
Cruzo la ciudad,
subo la montaña,
paso por el mar
sigo también mañana.
Atravieso el aire, entre las casas,
salgo a la luz, a una nueva vida.
Ve por él, súbelo ahora
sobre ti hay ángeles de pájaros,
ellos acompañan tus pasos.
A lo lejos una luz se enciende,
para poder volver, no te desvíes.
Esta canción empieza aquí,
azul sobre una página blanca,
inconclusa, no siempre deliberada.
Esta canción empieza aquí.
Cruzo la ciudad
subo la montaña,
paso por el mar
sigo también mañana.