Los partisanos judíos
Hirsch Glick, versión hebrea: Avraham Shlonsky
Nunca digas: “es mi último camino,
el cielo nublado ha ocultado la luz”,
aún amanecerá y vendrá el día que añoramos
y nuestro desfile seguirá clamando: ¡aquí estamos!
Desde la tierra de palmeras hasta por detrás de las escarchas,
aquí nos encontramos, con dolor y sufrimientos
y, cuando una gota de nuestra sangre se derrama,
ello más coraje y valor a nuestro espíritu dará.
Las páginas del mañana iluminan nuestro hoy,
junto con el opresor pasará como una sombra nuestro ayer,
pero si, Dios nos libre, se atrasare la luz en llegar,
como un lema se cantará esta canción de generación en generación.
Esta canción que a sangre y plomo fue creada
no es el canto del gorrión de libertad y cielo abierto,
sino que entre muros caídos todo el mundo la cantaba,
y juntos, con “naganes" en las manos, la entonaban.
Por eso, nunca digas: “es mi último camino,
el cielo nublado ha ocultado la luz”
aún amanecerá y vendrá el día que añoramos
y nuestro desfile seguirá clamando: ¡aquí estamos!