Cuando yo muera, algo de mí, algo de mí
morirá en ti.

Cuando mueras tú, algo tuyo en mí, algo tuyo en mí
morirá contigo, morirá contigo.

Porque todos nosotros, sí, todos nosotros
un solo tejido humano vivo somos
y, si uno de nosotros
nos deja,
algo en nosotros muere -
y algo permanece con él.

Si supiéramos cómo calmar, cómo apaciguar
la hostilidad, si tan sólo lo supiéramos.

Si pudiéramos aplacar nuestra ira (si supiéramos cómo calmarla)
y, a pesar de nuestra afrenta, pedir perdón.
Si supiéramos comenzar desde cero.

Porque todos nosotros...