El libro de Rut en una versión kibutziana 

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Y los días eran los de la Gran Guerra y en el gobierno se encuentra el Likud, entonces decide la familia de Elimelec emigrar finalmente de Israel y hacer dinero fácil en el extranjero.

Elimelec el padre- Un moshavnik cuyas raíces fueron todas absorbidas y embargadas por los acreedores.

Noemí - su mujer, una mujer pobre que no volverá a recoger huevos, ordeñar vacas, plantar campos, cambiar gomas y freír milanesas con papas fritas todos los días.

Mahlon - su hijo primogénito, doctor en física nuclear, lleno de títulos y moral laboral decide unirse a sus padres en la emigración cuando se cansa de ser mozo, lavavajillas, don juan, y comer las milanesas con papas fritas de su madre.

Qahlion - el segundo hijo, profesor en asuntos de genética, también arma sus valijas cuando «se harta» de servir sesenta días por año en las reservas, llevar a cabo experimentos de fertilidad en las gallinas de su madre y en general, le gustan las rubias altas.

Así emigra la familia a Estados Unidos, a Silicon Valley. En Estados Unidos los muchachos encontraron trabajo, dinero, y principalmente goyot jugosas. Mahlon se casa con Orfa (Lucy), una delgada rubia que tiene la cabeza en las nubes y en cheques que vuelven.

Qahlion se casa con Rut (Crystal), también ella una rubia preciosa cuya hermosa cabeza está ocupada en la caridad, en dar en secreto - todo a cuenta del modesto salario de su marido.

Y entonces, cuando todo se ve bien, de ensueño, se da vuelta la rueda y en un año pierde Noemí a su marido y a sus dos hijos.

Noemí - una mujer fuerte y estricta- decide volver a Israel, su patria atacada por un embrollo en la coalición, piedras palestinas y fabricas que se derrumban («pan y trabajo»).

Un día lluvioso y gris en el aeropuerto de Kennedy trata Noemí de separarse de sus nueras, pero estas tercamente piden volver con ella.

A Orfa - Lucy, Noemí la logra convencer de que no tiene nada que buscar en la Tierra Santa y es preferible que se busque un marido rico en Texas. Orfa- Lucy asiente con su dorada cabeza y se despide.

Rut - Crystal insiste en cambiar su patria, Dios y en general el entorno, Noemí se rinde ante las lágrimas que corren de Rut - Crystal (véase «Dinastía» todos los domingos) y así en un día de Sharav sofocante y sudoroso aterrizan las dos en medio de una huelga de trabajadores del aeropuerto de Lod.

En su camino a la terminal de autobuses de Tel Aviv utilizaron todo el perfume que traían con ellas para no oler las pilas de basura que se acumulan en la ciudad.

Rut-Crystal trató de no arrepentirse de su decisión de cambiar su vida, bañada en sudor se arrastra tras la decidida Noemí a pedir ayuda a los familiares de su marido en el Kibutz.

El autobús chirriante las tira en el Kibutz. Rut -Crystal comienza a sentirse un poco mejor cuando ve las planicies del Kibutz y las huertas arregladas. Esta buena sensación se interrumpe cuando suben al comedor y todas las miradas se dirigen a ellas.

«¿Quiénes son?» Susurran las voces.

«¿Qué casamiento? ¡Una nueva voluntaria y su abuela!» Se rieron los solteros eternos.

Mientras que Rut-Crystal piensa si desmayarse o escapar, se acerca a ellas un muchacho alto, de rulos, con ojos verdes, robusto, bronceado - en resumen el típico Palmachnik.

Noemí salta sobre su cuello y gime: «Oh Boaz, Boaz ¡cuánto has crecido!» Boaz se frotó la garganta y piensa en los jugosos chismes que pronto estallarían en el lado norte del comedor. Rut-Crystal también comienza a llorar por el mero hecho de ser justificada y objetivamente admirada por el objeto israelí ante ella.

Boaz las invita a sentarse y llama a sus padres que se alegran por Noemí que luego de cuarenta años de haberse liberado del servicio militar en Nachal, decidió realizarse e integrarse a su Kibutz objetivo.

De aquí para allá las cosas se arreglaron de la mejor formar. Naomí volvió a recoger huevos y a freír de vez en cuando papas fritas y milanesas en la cocina del Kibbutz, y Rut-Crystal la modesta y vergonzosa trabajó en los campos de trigo, especialmente preparando el desayuno y otras extras para los falajes. Boaz se convierte en su guardaespaldas y no deja que nadie se acerque a ella más de la cuenta y amenaza al que organiza el trabajo de no sacarla a ningún otro lado.

Lentamente se enamora Rut-Crystal de Boaz, pero este, un tímido crónico no se anima a tomar la iniciativa. Noemí que mira a la pareja de lejos, comenzó a diseñar el vestido de novia y a planear como finalmente va a pedir Boaz la mano de Rut-Crystal.

Y eran días ardientes de verano y las noches más aún, y los falajes festejaron el fin de la estación bebiendo, bailando y con las voluntarias. Boaz se emborracha y es llevado por Rut - Crystal, que también está ligeramente perfumada, a su modesta habitación y allí... Se durmieron los dos...

Y en el mes de julio se casa la joven pareja y con alegría y júbilo y mucha bebida y tortas de quesos. Final feliz, todos felices.

Epilogo:

Boaz y Rut dieron a luz a Ishai que dio a luz a Dudu que paso a ser Dudu Ben Ishai - el mejor secretario del Movimiento Kibutziano Unido.