Shely Yajimowicz
ESCLAVO SABÁTICO
artículo periodístico
[…]
La mayoría de los que trabajan en Shabat no lo hacen por elección: no serían contratados si no se comprometieran a trabajar en Shabat, y serían despedidos si se negaran a hacerlo. Muchos de ellos no reciben compensación por trabajar en Shabat, ni un día alternativo de descanso.
Los inspectores del Ministerio de Comercio, Industria y Trabajo cuentan que detectan “tarjetas negras” en los controles que realizan. Una trajeta negra es la que está completamente perforada: siete días de la semana, 365 días al año. Lo que recibía un esclavo hace miles de años, no lo recibe hoy una cajera en Migdal Haemeq.
[…]
Un almacén de barrio no abre sus puertas en Shabat, ni una tienda de ropa. Mientras tanto, los compradores viajan a los centros de compras y ya no irán el domingo a la tienda del barrio. La concentración del comercio en manos de grandes empresas y la hambruna de los pequeños comerciantes es perjudicial no solo para el pequeño comerciante, sino también para sus empleados y principalmente, para toda la economía.
¿Acaso mi libertad, en tanto persona laica, de comprar un sillón en Shabat justifica el sometimiento del trabajador de pobres recursos en Shabat y la destrucción de la pequeña empresa? En mi opinión, no.