Lag Baomer tiene lugar el 18 de Yiar, y es el día número treinta y tres (ל"ג) en la Cuenta del Omer, y de ahí su nombre. Esta festividad es una fiesta de alabanza y alegría en el corazón de los días de duelo acostumbrados en el período de la Cuenta del Omer, entre Pesaj y Shavuot. El origen de la festividad no es del todo claro, pero existen dos tradiciones diferentes, relativas a las tradiciones de la época de la Rebelión de Bar Kojba contra los romanos en el segundo siglo de nuestra era. De dichas dos tradiciones se desarrollaron las costumbres de Lag Baomer que conocemos hoy. La tradición más extendida de todas se basa en lo que se relata en el Talmud. Dijeron: Doce mil pares de discípulos tuvo Rabi Akiva hasta Antipatrus, y todos murieron en un período de tiempo, debido a que no guardaron respeto unos a otros. Y fue el mundo su nombre, hasta que vino Rabi Akiva ante los caballeros del sur y enseñó Torá a Rabi Meir, a Rabi Yehuda, a Rabi Yosi, a Rabi Shimon, a Rabi Elazar Ben Shamoa, y ellos son los que sostuvieron la Torá en esa hora. Tana: todos murieron entre Pesaj y Shavuot. Dijo Rabi Jama Baraba, y algunos dicen que Rabi Jaia Bar Avín: Todos murieron una muerte mala. ¿Cuál es? Dijo Rabi Najman: difteria. (Talmud de Babilonia, Iebamot 52:62)

 

Según la tradición que se desarrolló a partir de este texto se acepta que los alumnos de Rabi Akiva son los soldados de la Rebelión de Bar Kojba contra los romanos (132-135 dec.). En el período que va de Pesaj a Shavuot murieron todos en la guerra, o de una enfermedad (difteria). Por eso, los días entre Pesaj y Shavuot son un tiempo de duelo en el pueblo de Israel. Pero en Lag Baomer la epidemia cesó o, según otra tradición, los soldados de Bar Kojba ganaron la batalla, y por eso Lag Baomer se fijó como día de alegría en recordación de aquel evento. Rabi Akiva fue una figura central que, al parecer, apoyó la rebelión.

 

"Rabi Akiba interpretaba 'una estrella emerge de Yaacov' (Números, 24:17) como 'Koziba' (Bar-Kojba, Kojav, estrella) emerge de Yaacov. Rabi Akiva, cuando veía a Bar Koziba (Bar Kojba) decía: este es el Rey Mesías".

(Talmud de Jerusalén, Ayunos 4:8)

 

A raíz de la Rebelión de Bar Kojba, Rabi Akiva fue ejecutado por los romanos, como uno de los "Diez Muertos Reales". Una conocida leyenda cuenta cómo se convirtió Rabi Akiva, con el apoyo y el estímulo de Rajel, su esposa, en un gran rabino de Israel y maestro de miles de discípulos: Rabi Akiva era un pastor de Kalba Sabúa. La hija de Kalba Sabúa vio que era un hombre modesto y magnífico, y le dijo: si me consagro a ti, ¿irás a la Casa de Estudios? Él le respondió: sí. Se consagraron en Sanaa. Escuchó Kalba Sabúa y la expulsó de su casa, excluyéndola de todas sus propiedades. En los días de invierno dormían en el granero. Él le quitaba la paja de sus cabellos. Le dijo: Si pudiera te daría un Jerusalén de Oro* (joya para el cabello).  Vino Eliahu y a ellos les pareció como una persona, él los llamó desde la entrada y les dijo: Denme un poco de paja, pues mi esposa ha dado a luz y no tengo dónde recostarla. Dijo Rabi Akiva a su esposa: Mira a este hombre, que no tiene siquiera paja. Ella le dijo: Ve y estudia en la Casa de Estudios. Fue y estudió doce años en la Casa de Estudios. Al final de los doce años regresó a su casa, trayendo consigo doce mil discípulos. Todos salieron a recibirlo, su esposa escuchó y salió también ella a recibirlo… Cuando llegó a él cayó junto a sus pies y los besó. Sus discípulos la empujaron. Él les dijo: Déjenla, lo mío y lo vuestro, de ella es. (Según el Libro de la Leyenda, 70:179)

 

*De aquí tomó Naomi Shemer la expresión para su conocida canción.

 

El duelo en la época de la Cuenta del Omer simboliza, según esta tradición, no solo la muerte de los discípulos sabios, sino también la pérdida de la independencia de Israel, que casi había sido alcanzada cuando Bar Kojba fue Gobernante de Israel por tres años, acuñó monedas y también, al parecer, conquistó Jerusalén por un breve lapso.

 

En nuestros días existe una profunda crítica en diversos círculos contra la Rebelión de Bar Kojba, con el argumento de que solo trajo al pueblo destrucción y catástrofe. Luego de la misma, de hecho, la Tierra de Israel fue destruida y el pueblo salió a un exilio de 2000 años. En los últimos años fueron descubiertas en la región de Beit Govrin numerosas cuevas refugio que habrían sido utilizadas, al parecer, por las tropas de Bar Kojba. Los enormes esfuerzos invertidos en la época de Bar Kojba en la construcción de este sistema subterráneo, da cuenta de los ingentes preparativos con vistas a la revuelta, y la participación de todas las capas de la población en ellos y en la rebelión misma. También se hallaron en el último tiempo, en las cuevas del Desierto de Judea, documentos y cartas escritas por Bar Kojba (allí se llamó, al parecer, Bar Kosiba, y de aquí, tal vez, la deformación a 'Bar Kozba' que aparece en las leyendas de los Sabios). Estas cartas son testimonio de su postura como líder de enorme capacidad e influencia en la época en que lideró la revuelta. A continuación, una esquela escrita por Bar Kojba con vistas a la Fiesta de Sucot, en la que ordena a sus hombres traerle las Cuatro Especies: "Shimon (Bar Kojba) a Yehuda hijo de Menashé. Te he enviado dos burros para que me envíes con ellos a dos hombres… Para que los carguen y envíen al campamento tuyo lulavim y etroguim. Y tú envía a otros de los tuyos para que te traigan hadasim y aravot, y cárgalos y envíalos al campamento, debido al numeroso ejército. Sea la paz contigo."

 

La Rebelión de Bar Kojba culminó con un duro sitio sobre la ciudad de Beitar en los montes de Jerusalén, que era la base de los combatientes. El sitio conllevó la destrucción de Beitar y la destrucción de toda la región de Judea. A raíz de la Rebelión de Bar Kojba, el centro del pueblo judío se trasladó de Yavne, en la zona de la depresión de Judea, a Beit Shearim y a Tzipori en la Galilea. Sobre el ejército de Bar Kojba relata la leyenda de los Sabios.

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En torno a la tradición de la Rebelión de Bar Kojba y de sus combatientes, se ha desarrollado en el pueblo de Israel, durante generaciones en el exilio, la costumbre de un día sin clases en las Casas de Estudio, y la salida de los jóvenes judíos a la naturaleza con un arco y flecha, según lo que está escrito en las Lamentaciones de David: "Enseñar a los Hijos de Yehudá el arco" (Samuel 2:1-18).