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Fuentes y filosofía
Matzá a escondidas – Bélgica
Que no irrumpiera en llanto – Polonia
A casa - Rusia
Arrojaban a todo bebé al Nilo
Carta de Biniamín Gal a sus padres
Castigar – Marruecos
Cielo nuevo, tierra nueva – Marruecos
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Del mes de Nisán
El Seder de Pesaj de los obreros
El primer Seder en el kibutz
Fragmentos de lectura fijos – Egipto
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La Fiesta de la Primavera
La Keará del Seder – Marruecos
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La copa del Gobernador - Kurdistán
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Leche en la frente – Marruecos
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Noche del Seder - Aharón David Gordon
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Polonia
Por Dios, que no se vuelque una sola gota
Preparativos para la Noche del Seder 
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Trabajos forzados, en nuestros días
Un Mar Rojo de Borsch
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¡Búmhera! - Austria
¡Tírvaju Vetísadu! – Marruecos
¿Hay alegría en Pesaj?

Lola Martinowsky

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Matzá a escondidas – Bélgica

Mishmar Haneguev, 1990

Esto ocurrió en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, en una pequeña aldea en Bélgica, cuando estaba escondida en casa de una familia cristiana. Tenía once años. Sabía que en esa aldea había vivido alguna vez una familia judía, con dos hijas pequeñas. Estudiaba en una escuela cristiana con monjas. Solo la Madre Superiora sabía que yo era judía.

 

Era el mes de abril. Un día, la Madre Superiora me llamó a su oficina. Cuando entré, me pidió que me sentara y, entonces, extrajo de su armario un paquete muy delgado, envuelto en papel de seda. Antes de abrirlo, me preguntó si sabía que se acercaba la festividad de Pesaj. Entonces abrió el paquete, y dentro del papel había una matzá blanca.

 

La partió en dos y me dio una mitad para que comiera. No podía darme toda la matzá.

 

Desde ya, me emocioné y lloré.

 

Las niñas nunca regresaron.

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