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Mota Gur



Heading 6
A los paracaidistas que conquistaron el Muro
Junio 1967
Cuando los griegos conquistaron el Monte del Templo, los Macabeos lo liberaron. Contra los destructores del Segundo Templo lucharon los fanáticos y Bar Kochva.
Durante unos dos mil años el Monte del Templo estaba prohibido para los judíos. Hasta que vinieron, ustedes los paracaidistas, y lo devolvieron al regazo de la nación. El Muro de los Lamentos - hacia él late cada corazón - nuevamente en nuestras manos.
Muchos judíos sacrificaron su vida, a lo largo de nuestra larga historia, para llegar a Jerusalén y vivir en ella.
Las canciones de la nostalgia infinita expresaron el profundo anhelo que late en el corazón judío hacia Jerusalén.
En la guerra de liberación se realizaron enormes esfuerzos para devolver a la nación el corazón de la ciudad vieja y el Muro de los Lamentos.
En sus manos cayó el gran privilegio de completar el círculo, devolver al pueblo su capital y su centro sagrado. Muchos paracaidistas, entre nuestros viejos y mejores amigos, cayeron en una dura batalla. Fue una batalla intensa y feroz, en la que actuaron como un cuerpo que destruye todo lo que está delante sin darse cuenta de sus heridas.
No discutieron, no se quejaron, no gritaron. Sólo adelante avanzaron y conquistaron. Jerusalén es vuestra para siempre.