Sobre la alegría. Reflexiones de Rambam y Jazal

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Prescripción médica

La alegría es el medicamento de Maimónides para combatir la enfermedad de la desesperación: "Tome las raíces de la alabanza y la gratitud, los principios de la alegría y la confianza; quíteles las semillas de la congoja y la preocupación; tome flores del granado del saber y el entendimiento y las raíces de la espera y la conformidad; muela todo en el mortero de la humildad y cocine en el recipiente de la modestia; extraiga con dulzura, cubra con el agua de la gracia y dé de beber al enfermo de desesperación dos porciones cada mañana y cada tarde, con tres porciones de diferentes explicaciones y recursos; limpie todo de la ira y el rigor, mezcle con extracto de paciencia ante la voluntad de D's, el Señor de la alabanza y la gratitud y dé de beber en toda alabanza a D's; y el enfermo descansará y se calmará."

(De la introducción al Libro de la Medicina))

 

La necedad del corazón radica en la tristeza. La tristeza no es una transgresión, pero la necedad del corazón que hay en la tristeza es la mayor transgresión. Cuando decimos que debemos alegrarnos, no nos referimos a la alegría de una mitzvá, porque la alegría de una mitzvá es un peldaño, ¿acaso se puede exigir a algún judío que ocupe algún nivel? Nos referimos solamente a no estar tristes: simplemente, un judío que no se alegra de ser judío es ingrato con el cielo. La tristeza es el fondo del abismo.

(Rabi Aarón el Grande de Karlin)

 

Dichos de Jazal:

Rabi Yehoshua Ben Karja dijo: En la redención de Egipto se emitió un decreto sólo con respecto a los varones, mientras que en el caso de la redención de Mordejai y Ester se decretó para varones y mujeres. Con más razón debemos convertirlos todos los años en días festivos".

(Talmud de Babilonia, Meguilat Taanit, 12)