Debo decirte algo sobre el soldado que murió, a pesar de que es posible que no lo entiendas en este momento. Pues bien, el soldado se llama Tzur Zarji y era el comandante de la división 3 de nuestro escuadrón. Tzur era... (me resulta tan difícil escribir “era”). Tzur es un orgulloso moshavnik[1] de Nahalal y granjero de oficio. Un agricultor de cuerpo y alma. Tranquilo y rico como el fértil suelo del valle donde creció. Antes de su muerte, había establecido y administrado un magnífico establo de aproximadamente 300 cabezas de vacas lecheras y ganado. El establo era su mayor orgullo y solía hablar de él detalladamente y con entusiasmo. En aquella batalla, al tratar de evitar la infiltración de terroristas al recinto del escuadrón, se expuso peligrosamente y su tanque fue alcanzado directamente por un misil antitanque que lo arrancó de nosotros prematuramente. Tzur es un héroe. Sé que en esta era cínica en la que vivimos no está permitido hablar de héroes. Que los héroes solo existen en cuentos de hadas y películas estadounidenses tontas, pero Tzur es un verdadero héroe. Soy secular por convicción y por ello me cuesta creer que nos esté observando desde arriba, pero, si lo hiciera, estoy seguro de que hubiera leído tu carta junto con todos nosotros y que su alma estaría tranquila, puesto que él luchó para que ganáramos, para que el espíritu de la libertad ganara a la oscuridad y el odio ciego, y para que la aspiración a la paz triunfara sobre el anhelo a la muerte y la destrucción.

Eyal Ari, carta de respuesta a una carta enviada al escuadrón por una niña de 7 años.

 

[1] “Moshavnik” – persona que vive y trabaja como miembro en un “Moshav”, (comunidad agrícola cooperativa de Israel).