Tomado de una carta enviada por Mordejai Tenenbaum, quien cayó en el levantamiento del gueto de Bialystok, a sus amigos en la tierra de Israel:

 

Lo sabíamos: no es posible defendernos. La misma fuerza que conquistó a toda Europa y devastó en pocos días a países enteros, podrá derrocarnos a nosotros, un puñado de jóvenes. Fue un acto de desesperación, de determinación. Sólo una cosa deseábamos: vender nuestras vidas por el precio más alto posible. Comenzamos con los preparativos para la defensa.

Nos encontrábamos en una carrera constante con los escuadrones de exterminio de Himmler: ¿Quién alcanzaría primero?

¿Tendríamos tiempo para prepararnos en el lugar para nuestra gran última acción? o ¿llegaría antes una “aktion” y nos encontraría no preparados?
En la mayoría de los casos fue Himmler quien ganó. Las Fuerzas de las SS y las oficinas de la Gestapo funcionaban mejor que nosotros. Pero si hemos obligado a las fuerzas alemanas a llevar a cabo una larga batalla con tanques, aviones de bombardeo, minas terrestres y artillería para eliminar al Gueto de Varsovia - entonces no somos los vencidos.

 

Amigos míos, no sé si ni cuándo llegará esta carta a vuestras manos.

Quisiera, por medio de estas líneas, erigir un modesto monumento para aquellos que se fueron, que ya no están, y a quienes quise más que a nada.
 

¡No los olvidéis!