Encendido de velas:

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del Universo,

que nos santificaste con Tus preceptos y nos ordenaste

encender las velas de Shabat

                                                                         

Quién es la persona

que desea la vida

que desea muchos días

para ver el bien?

 

Guarda tu lengua del mal

Y tus labios de hablar engaño.

Apártate del mal y haz el bien

Busca la paz y persíguela

 

 

Bendición del vino

 

Y hubo anochecer y hubo amanecer el sexto día. Así el cielo y la tierra fueron terminados, y todas sus huestes. Y en el séptimo día Dios acabó Su obra que había realizado, y Él se detuvo en el séptimo día de toda Su obra que había realizado. Dios bendijo al séptimo día y lo santificó, pues en él Se abstuvo de toda Su obra que Dios creó para realizar.

 

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del universo, Creador del fruto de la vid.

 

 

Truenos y relámpagos (La oveja 16)

 

Truenos y relámpagos

En una fría noche de invierno

No se oyen siempre de modo igual.

Relámpagos y truenos,

truenos y relámpagos

a veces cerca, y a veces lejos.

 

Truenos y relámpagos, en las noches lluviosas.

Al relámpago lo ves, pero al trueno lo oyes

Hay truenos que dan mucho miedo

Y hay algunos que solamente un poquito

Hay truenos débiles, y otros medianos

y hay un trueno fuerte que no es agradable de oír,

especialmente si estás solo

Y muy rara vez te encuentras con un trueno agradable.

 

Truenos y relámpagos…

 

 

Bendición del campamento

 

Subirá y vendrá el representante de Papá Pitufo y sus amigos a bendecir el campamento en honor del Shabat​

 

Lluvia – Benzín

 

En las calles hace rato se apagó el neón

Me pareces cansada, vayamos a dormir

La luz está encendida en el otro cuarto

Pero alguien llora y no soy yo.

 

Quiero cuidarte a ti y a mí

Hoy pasamos un día demasiado duro

Afuera cae una lluvia de bendición

Y tú lloras, y tú lloras.

 

Cuéntame todo lo que te pesa

Todo lo oculto en ti que está dormido.

Yo borraré tus lágrimas

Con tal que no llores nunca más

 

No hay lugar para la preocupación, quédate tranquila

Yo estoy contigo, no estás sola ahora

Ahora todo fluye en calma

Y tú lloras, y tú lloras.

 

Cuéntame todo lo que te pesa

Todo lo oculto en ti que está dormido.

Yo borraré tus lágrimas

Con tal que no llores nunca más​

 

Bendición de la jalá

 

El Shabat en una noche de invierno es diferente y especial.

 

Trae consigo leves brisas de lluvia, que se convierten muy despacio en diminutas perlas mágicas.

 

Cuando se nos acercan sentimos su belleza y nos fundimos con el aire libre.

Y esa es la grandeza del Shabat en una noche de invierno.

 

Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del Universo, que extrae el pan de la tierra.