Aquél que soñó y preservó su sueño,
aquél que luchó no olvidará por qué luchó,
quien permaneció despierto toda la noche aún verá la luz,
pero el que se fue no volverá ya nunca más.

Aquél que hizo una promesa no dejó su espada,
aquél que fue llamado a filas marchó a la cabeza de todos.
Aquél que amó - le esperan aún muchos otros amores,
pero aquél que se fue no volverá ya nunca más.

Y las montañas siguen ardiendo con el fuego del amanecer
y en los crepúsculos sigue soplando la brisa del mar,
miles de flores siguen alegrando los corazones con una multitud de colores...
pero aquél que se fue no las verá ya nunca más.

Aquél que soñó y pudo cumplir su sueño,
aquél que luchó hasta oír los gritos de triunfo,
aquél que pasó despierto toda noche y vio la luz del día
no permitirá que olvidemos a los que se fueron.

Aquél que hizo una promesa y logró también cumplirla
aquél que logró regresar de los caminos
quien sintió dolor, pero comprendió que el dolor es mudo,
no permitirá que olvidemos a los que se fueron.

Y las montañas seguirán ardiendo con el fuego del amanecer
y en los crepúsculos seguirá soplando la brisa del mar,
miles de flores seguirán floreciendo entre y dentro de las zanjas,
y ellas serán testigo de que recordamos a todos.