Shdemot, plataforma para el Movimiento Kibutziano, Vol. 53, invierno de 5734-1974, página 127

 

Por favor, aumenta la intensidad de tus señales.
Yo, desde aquí
no escucho, no sé,
si nuevamente has colocado una flor de metal
en la solapa de la antena. Eres tan delicado, tan... ¿por qué
eres tan enclenque? ¿por qué siempre
tan civil? ¿Me oyes bien? ¡cambio!
¡Cambio! - a pesar de que se te escucha con interrupciones,
se te oye herido; estás

en el valle, organizado circunferencialmente. Las montañas,
y una Kinéret diferente. Por favor,
toma cuenta de la intensidad de tus señales en el radar,
no vemos tu rostro, ¿por qué?
No estás blindado, ¿por qué no luchas?
¿deseas que te envíe una patrulla?
Estoy completamente convencido
de que no llegaría ni regresaría. Una herida
negra. Por favor, atenúa
la intensidad de tus señales.

En la noche, las ramas más altas de los cipreses
susurran en vano tu nombre, y la estrella
del norte solitaria, ¿adónde
dirigirá el ejército de tus carros?
¿Adónde conducirá en ellos a.…?

Por favor, cierra los ojos, ahora
escucho. Cambio. Puedes, finalmente,
morir. Padre en duelo, ya no
siento

las lágrimas del invierno. Sobre ti recitarán el Kadish.