El profeta Yeshaiahu y la costumbre del ayuno
 

3. "¿Por qué ayunamos y Tú no lo has visto? Hemos afligido nuestro ser y Tú no tomas conocimiento", decís. Pero he aquí que en el día de vuestro ayuno halláis vuestro deseo y por todos vuestros dineros oprimís como acreedores.

4. He aquí que para pleito y contienda ayunáis, y para golpear con el puño de maldad. No ayunéis como en este día, para hacer oír vuestra voz en lo alto.

5. ¿Acaso como este habrá de ser el ayuno que Yo haya de elegir? ¿Es así el día de afligir el hombre a su ser? ¿Es acaso para doblegar cual junco su cabeza y sacos y ceniza tiende como lecho? ¿Acaso a esto has de llamar ayuno y día grato para Adonai?

6. Ciertamente este es el ayuno que habré de elegir: desatar las ligaduras de la maldad, desanudar las coyundas del yugo, liberar a los oprimidos, y todo yugo habréis de desligar.

7. Es para compartir tu pan con el hambriento, y a pobres gimientes habrás de traer a tu casa. Cuando hayas de ver al desnudo, habrás de cubrirlo, y de tu carne no habrás de ocultarte.

8. Entonces irrumpirá cual aurora tu luz, y tu curación pronto florecerá. Tu justicia irá delante de ti, y la Gloria de Adonai será tu retaguardia.

9. Entonces habrás de invocar y Adonai responderá, clamarás y Él te dirá: “Heme aquí”, si apartas de ti la opresión, el dedo acusador y hablar iniquidad. 

10. Cuando expongas al hambriento tu comprensión, y sacies el hambre del indigente; entonces resplandecerá en la oscuridad tu luz, y tu tiniebla fulgurará cual luz del mediodía,

11. Y te conducirá Adonai siempre, y saciará aun en las sequías tu alma, y a tus huesos dará vigor y serás cual huerto regado y cual manantial de agua, cuyas aguas no se agotarán.