Y quién tiene el honor de ver a Jerusalén en su destrucción, la verá también en su construcción y reparación

 

De una carta del Ramban a su hijo, 1268:

Te bendiga Dios hijo de Nachman y vio bien a Jerusalén...

En Jerusalén la ciudad Santa te escribo estas palabras... Y qué les diré sobre la Tierra, que grandes son el abandono y la desolación, y en general, todo lo que es santificado por su conexión está más destruido que su conexión, y Jerusalén está más desolada que... Todo... Y con toda su destrucción es muy buena, y allí residen miles, y no hay judíos en ella... sólo dos hermanos pintores compran los colores del gobernador y juntan un minian de fieles en su casa en Shabbat. Y los apuramos y encontramos una casa en ruinas construida en columnas de mármol con una bella cúpula y la llevamos a la sinagoga. Ya que la ciudad es tierra de nadie y quién quiere ganar espadas las gana, y nos ofrecimos para arreglar la casa... Ya que muchos vienen a Jerusalén frecuentemente, hombres y mujeres de Damasco, y Tzor y de toda la Tierra para ver al Templo y llorar en él y quien tiene el honor de ver a Jerusalén en su destrucción, la verá también en su construcción y reparación cuando vuelva a ella el honor de la Divina Presencia, y tú, hijo y tu familia disfrutarán del bien de Jerusalén y la consolación de Sión.

Tu padre se preocupa y se olvida, ve y se alegra, Moshe BD Nachan, Bendita sea su Memoria de Tzdik.